Resumen de Santiago 3: Hay que domar la lengua, "ero nadie puede domar la lengua. Es un mal irrefrenable, lleno de veneno mortal...De una misma boca salen bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así". Dos clases de sabiduría, "En cambio, la sabiduría que desciende del cielo es ante todo pura, y además pacífica, bondadosa, dócil, llena de compasión y de buenos frutos, imparcial y sincera".