2 Ahora, cuando esta carta llegue a vosotros, como los hijos de vuestro señor están con vosotros, así como también los carros y los caballos y una ciudad fortificada y las armas,
3 escoged al mejor y más capaz de entre los hijos de vuestro señor, y ponedlo en el trono de su padre, y luchad por la casa de vuestro señor.
4 Pero ellos temieron en gran manera y dijeron: He aquí, los dos reyes no pudieron sostenerse delante de él; ¿cómo, pues, podremos sostenernos nosotros?
5 Y el que estaba a cargo de la casa, y el que estaba sobre la ciudad, los ancianos, y los ayos de los hijos, enviaron palabra a Jehú, diciendo: Somos tus siervos, haremos todo lo que nos digas, a nadie proclamaremos rey; haz lo que te parezca bien.
6 Entonces por segunda vez les escribió una carta, diciendo: Si estáis de mi parte y escucháis mi voz, tomad las cabezas de los hombres, de los hijos de vuestro señor, y venid a mí a Jezreel mañana a estas horas. Y los hijos del rey, setenta personas, estaban con los principales de la ciudad, que los criaban.
7 Y sucedió que cuando la carta llegó a ellos, tomaron a los hijos del rey, y los mataron, setenta personas, y pusieron sus cabezas en canastas y se las enviaron a Jezreel.
8 Cuando el mensajero vino y le avisó, diciendo: Han traído las cabezas de los hijos del rey, él dijo: Ponedlas en dos montones a la entrada de la puerta hasta la mañana.
9 Y por la mañana, él salió, y estando en pie, dijo a todo el pueblo: Vosotros sois inocentes; he aquí, yo conspiré contra mi señor y lo maté, pero, ¿quién mató a todos éstos?
10 Sabed entonces que no caerá a tierra ninguna de las palabras del SEÑOR, las cuales el SEÑOR habló acerca de la casa de Acab. El SEÑOR ha hecho lo que habló por medio de su siervo Elías.
11 Y Jehú mató a todos los que quedaban de la casa de Acab en Jezreel, y a todos sus grandes, a sus amigos íntimos y a sus sacerdotes, hasta que no le dejó ningún sobreviviente.
12 Entonces se levantó y partió, y fue a Samaria. En el camino mientras estaba en Bet-eked de los pastores,
13 Jehú encontró a los parientes de Ocozías, rey de Judá, y dijo: ¿Quiénes sois vosotros? Y ellos respondieron: Somos parientes de Ocozías; y hemos descendido para saludar a los hijos del rey y a los hijos de la reina madre.
14 Y él dijo: Tomadlos vivos. Y los tomaron vivos, y los mataron en el foso de Bet-eked, cuarenta y dos hombres; no dejó ninguno de ellos.
15 Cuando partió de allí, encontró a Jonadab, hijo de Recab, que venía a su encuentro, lo saludó y le dijo: ¿Es recto tu corazón como mi corazón es con el tuyo? Y Jonadab respondió: Lo es. Y Jehú dijo: Si lo es, dame la mano. Y le dio su mano y lo hizo subir al carro.
16 Y él dijo: Ven conmigo y verás mi celo por el SEÑOR. Y lo hizo ir con él en su carro.
17 Y cuando llegó a Samaria, mató a todos los que quedaban de Acab en Samaria, hasta que los destruyó, conforme a la palabra que el SEÑOR había hablado a Elías.
18 Entonces Jehú reunió a todo el pueblo, y les dijo: Acab sirvió a Baal un poco, Jehú lo servirá mucho.
19 Llamad ahora a todos los profetas de Baal, a todos sus adoradores y a todos sus sacerdotes; que no falte ninguno, porque tengo un gran sacrificio para Baal; todo el que falte no vivirá. Pero Jehú lo hizo con astucia para poder destruir a los adoradores de Baal.
20 Y Jehú dijo: Santificad una asamblea solemne para Baal. Y ellos la convocaron.
21 Entonces Jehú envió aviso por todo Israel y vinieron todos los adoradores de Baal, y no quedó ninguno que no viniera. Y cuando entraron en la casa de Baal, la casa de Baal se llenó de un extremo al otro.
22 Y dijo al que estaba encargado del vestuario: Saca vestiduras para todos los adoradores de Baal. Y él les sacó vestiduras.
23 Y entró Jehú en la casa de Baal con Jonadab, hijo de Recab; y dijo a los adoradores de Baal: Buscad y ved que no haya aquí con vosotros ninguno de los siervos del SEÑOR, sino sólo los adoradores de Baal.
24 Entonces entraron a ofrecer sacrificios y holocaustos. Y Jehú había colocado ochenta hombres afuera, y había dicho: El que permita escapar a uno de los hombres que yo ponga en vuestras manos, dará su vida por la de él.
25 Y tan pronto como acabó de ofrecer el holocausto, Jehú dijo a la guardia y a los oficiales reales: Entrad, matadlos; que ninguno salga. Y los mataron a filo de espada; y la guardia y los oficiales reales los echaron fuera, y llegaron hasta el aposento interior de la casa de Baal.
26 Y sacaron los pilares sagrados de la casa de Baal, y los quemaron.
27 También derribaron el pilar sagrado de Baal y demolieron la casa de Baal, y la convirtieron en una letrina, hasta hoy.
28 Así Jehú extirpó a Baal de Israel.
29 Sin embargo, en cuanto a los pecados con que Jeroboam, hijo de Nabat, hizo pecar a Israel, Jehú no se apartó de éstos, o sea, de los becerros de oro que estaban en Betel y en Dan.
30 Y el SEÑOR dijo a Jehú: Porque has hecho bien al hacer lo recto ante mis ojos, y has hecho a la casa de Acab conforme a todo lo que estaba en mi corazón, tus hijos hasta la cuarta generación se sentarán en el trono de Israel.
31 Pero Jehú no se cuidó de andar en la ley del SEÑOR, Dios de Israel, con todo su corazón, ni se apartó de los pecados con que Jeroboam hizo pecar a Israel.
32 En aquellos días el SEÑOR comenzó a cortar partes de Israel; y Hazael los derrotó por todo el territorio de Israel:

Otras traducciones de 2 Reyes 10:2

English Standard Version ESV

2 Kings 10:2 "Now then, as soon as this letter comes to you, seeing your master's sons are with you, and there are with you chariots and horses, fortified cities also, and weapons,

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

2 Luego llegando estas letras a vosotros, los que tenéis los hijos de vuestro señor, y los que tenéis carros y gente de a caballo, y los que tenéis la munición y las armas de la ciudad

King James Version KJV

2 Now as soon as this letter cometh to you, seeing your master's sons are with you, and there are with you chariots and horses, a fenced city also, and armour;

New King James Version NKJV

2 Now as soon as this letter comes to you, since your master's sons are with you, and you have chariots and horses, a fortified city also, and weapons,

Nueva Traducción Viviente NTV

2 Reyes 10:2 «Los hijos del rey están con ustedes y ustedes tienen a su disposición carros de guerra, caballos, armas y una ciudad fortificada. En cuanto reciban esta carta,

Nueva Versión Internacional NVI

2 «Ustedes cuentan con los hijos de Acab, con los carros de combate y sus caballos, con una ciudad fortificada y con un arsenal. Así que tan pronto como reciban esta carta,

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

2 Luego en llegando estas letras á vosotros lo que tenéis los hijos de vuestro señor, y los que tenéis carros y gente de á caballo, la ciudad pertrechada, y las armas,

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

2 Luego en llegando estas letras a vosotros, los que tenéis los hijos de vuestro señor, y los que tenéis carros y gente de a caballo, y los que tenéis la munición y las armas de la ciudad,
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