Resumen del Libro de Eclesiastés
Este resumen del libro de Eclesiastés proporciona información acerca del título, los autores, fecha de escritura, cronología, temas, teología, ideas generales, una breve perspectiva y los capítulos del libro de Eclesiastés.
Autor y Fecha
En el libro no se menciona algún período de tiempo o nombre del escritor, pero varios pasajes sugieren que el Rey Salomón puede ser el autor. (1:1,12,16; 2:4-9; 7:26-29; 12:9; 1 Reyes 2:9; 3:12; 4:29-34; 5:12; 10:1-8). Por otro lado, el título del escritor (“Maestro” en hebreo qoheleth; ver nota en 1:1), su estilo único del hebreo y su actitud hacia las reglas (sugiriendo que es un sujeto en vez de un monarca – ver, por ejemplo, 4:1-2; 5:8-9; 8:2-4; 10:20) pueden apuntar a otra persona y a un periodo posterior.
Propósito y Enseñanza
El autor de Eclesiastés usa sus poderes de sabiduría para trabajar y examinar la experiencia humana y de igual forma valorar sus situaciones. Su perspectiva está limitada a lo que ocurre “debajo del sol” (como lo es para todos los maestros sabios). Él considera la vida como la ha experimentado y observado entre los horizontes del nacimiento y la muerte – la vida dentro de las barreras de su mundo visible. Su sabiduría no puede penetrar más allá del último horizonte; él solo puede observar el fenómeno de la muerte y percibir los límites que asigna a los seres humanos. Dentro de los límites de la experiencia y observación humana, se preocupa por describir lo que es “bueno” que la gente haga. Y representa una sabiduría devota. La vida en el mundo está debajo de Dios – para todos sus enigmas. Por lo tanto, lo que comienza con “¡Vanidad de vanidades!” (1:2) termina con “Acuérdate de tu Creador” (12:1) y “Teme a Dios y guarda sus mandamientos” (12:13).
Con una sabiduría madurada por los años, él toma la medida de los seres humanos, examinando sus límites y sus sujetos. Él ha intentado ver lo que la sabiduría de los humanos puede hacer (1:13,16,18; 7:24; 8:16), y él ha descubierto que la sabiduría humana, incluso cuando tiene sus principios en “el temor al Señor” (Proverbios 1:7), tiene límites para su poder cuando atenta a ir hacia este por si solo – límites que circunscriben sus perspectivas y relativizan su consejo. De forma más significante, no puede descubrir los propósitos mayores de Dios o el significado de la existencia humana. Con respecto a estos, solo pueden plantear preguntas.
Sin embargo, él da un vistazo a la constitución humana – una constitución en la cual él mismo ha participado por completo. Él ve a un humano ocupado, ocupado en un hormiguero loco persiguiendo muchas cosas, intentando esto, ahora aquello, trabajando lejos como si por un golpe de esfuerzos los humanos pudieran ser dueños del mundo, descubrir sus secretos más profundos, cambiar sus estructuras fundamentales, de algún modo ir más allá de las barreras de las limitaciones humanas, construir por ellos mismos monumentos duraderos, controlar su destino, alcanzar un estatus de seguridad y felicidad duradera – personas trabajando en la vida con una concepción sobrepasada de los poderes humanos y por lo tanto, persiguiendo esperanzas y aspiraciones irreales.
Él da un vistazo y concluye con que la vida humana de esta forma es “Vanidad”, sus esfuerzos son frívolos.
Entonces, ¿Qué le enseña la sabiduría?
Por lo tanto, la sabiduría aconseja a:
Para resumir, Eclesiastés provee instrucciones acerca de cómo vivir con significado, con propósito y con alegría dentro el acuerdo teocrático – principalmente al tener a Dios en el centro de tu vida, trabajo y actividades, al aceptar con satisfacción tu suerte asignada en la vida, y al confiar reverentemente y obedecer al Rey Creador. Nota particularmente 2:24-26; 3:11-14,22; 5:18-20; 8:15; 9:7-10; 11:7 – 12:1; 12:9-14 (ver algunas notas pertinentes en estos pasajes).
Características Literarias
El argumento de Eclesiastés no fluye afablemente. Este, vaga con saltos y comienzos, a través del desorden general de la experiencia humana, sobre la cual constituye una respuesta. Hay también una entremezcla de poesía y prosa. Sin embargo, el siguiente esquema busca reflejar, al menos de forma general, la estructura del libro y sus discursos principales. El tema anunciado de “vanidad” (futilidad) provee un marco literario alrededor del libro completo (1:2; 12:8). Y el movimiento de la desilusión sin alivio de los cap. 1-2 al tono más sereno junto con las instrucciones sobrias para la vida en los cap. 11-12 marca un desarrollo de la sabiduría madura de acuerdo a la situación humana.
Una característica importante del libro es el uso frecuente de palabras y frases claves: por ejemplo “vanidad” (1:2; 2:24-25), “trabajar/laborar/esforzarse” “bueno/mejor” (2:1), “don/dar” (5:19); “bajo el sol” (1:3), “persiguiendo el viento” (1:14). También debe notarse la presencia de pasajes interconectados a través del libro que sirven como indicadores clave del tema y propósito del autor: 1:2-3,14,17; 2:10-11,17, 3:12-13,22; 4:4,6,16; 5:18-20; 6:9,12; 7:14,24; 8:7,15,17; 9:7,12; 10:14; 11:2,5-6,8-9; 12:1,8,13-14 (ver notas en estos pasajes cuando estén presentes). El disfrute de la vida como Dios la da es un concepto clave en el libro (ver 2:24-25 y su respectiva nota, 26; 3:12-13 y su respectiva nota, 22; 5:18-20; 7:14; 8:15 y su respectiva nota; 9:7-9; 11:8-9).
Esquema