Símbolos

El mensaje de la cruz es una locura para los que se pierden; en cambio, para los que se salvan, es decir, para nosotros, este mensaje es el poder de Dios. 1 Corintios 1:18

A todos nos gustan los símbolos, porque con muy poco dicen mucho.

En la Segunda Guerra Mundial, Winston Churchill era un símbolo. Su cara de buldog, el habano encendido, y los dedos haciendo la "V" de victoria, se convirtieron en fuente de inspiración para muchos.

Hoy hay un símbolo nuevo. A pesar del mal tiempo, la prolongada espera, y las protestas mundiales por su dominación del Tibet, el gobierno de China se las arregló para mandar un grupo de alpinistas a la cima del Monte Everest, y de eso están tratando de hacer un símbolo.

¿Qué símbolo? Mire las fotos del evento y verá a los alpinistas sosteniendo la bandera china junto a dos banderas con los aros olímpicos. La intención del gobierno chino fue mostrar al mundo que China y las Olimpíadas habían llegado a la cima del mundo.

Hasta ahora, las críticas han sido controvertidas. Algunos piensan que es una hipocresía, otros lo aceptan como lo más grande desde que se inventó el pan en rodajas.

Cuando le escribe a la iglesia en Corinto, Pablo hace mención de cómo la cruz del Señor, que fue y es el símbolo de salvación, provocó reacciones controvertidas. Quienes creían que no necesitaban a Dios, o no querían saber nada de Él, y quienes pensaban que podían llegar al cielo por sus propios medios, pensaban que la cruz y su mensaje eran una tontería.

Esas personas se divertían con la idea de que el Hijo de Dios muriera en la cruz para que la humanidad pecadora pudiera ser rescatada, y los creyentes pudieran tener vida eterna. Riéndose y dudando del amor de Dios, trataron de ignorar la cruz, de frenar su predicación, y  de poner al Salvador de nuevo en su tumba.

Es evidente que sus descendientes espirituales están bien vivos. Veinte siglos después de que Pablo escribiera esas palabras, hay muchos millones que piensan que el plan de Dios de salvación es una tontería.

Pero, por otro lado, están los que han sido confrontados con su condición pecadora y que reconocen su impotencia para salvarse a sí mismos; los que ven la cruz en forma totalmente diferente. Para ellos, la cruz de Cristo y la tumba vacía son símbolos de su salvación. En la cruz, delante de la tumba vacía del Señor, es donde reciben el perdón y la salvación que el Salvador ha ganado pagando un precio muy alto.

Para ellos, la cruz es el símbolo eterno, el símbolo puro del amor de Dios, de su gracia, de las promesas que han sido cumplidas. No es de sorprenderse que la cruz de Cristo siga siendo el símbolo más poderoso que el mundo ha tenido. Y eso, mis amigos, no es locura.

ORACIÓN: Querido Señor Jesús, te doy gracias por la cruz, por tus manos traspasadas por los clavos, por la tumba vacía. El mundo puede reírse, pero yo te agradezco por tu sacrificio. En tu nombre. Amén.

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