Resumen
Resumen del Libro de Hebreos
Este resumen del libro de Hebreos proporciona información acerca del título, los autores, fecha de escritura, cronología, temas, teología, ideas generales, una breve perspectiva y los capítulos del libro de Hebreos.
Autor
El escritor de esta carta no se cita a sí mismo, pero era obviamente conocido por los destinatarios oficiales. Aunque por 1200 años (desde el año 400 hasta el 1600 d.C.) el libro fue llamado comúnmente “La epístola de Pablo a los Hebreos”, no había ningún acuerdo en los siglos anteriores acerca de su autoría. Desde la reforma ha sido ampliamente reconocido que Pablo no podía haber sido el escritor. No hay desarmonía entre las enseñanzas de Hebreos y las de las cartas de Pablo, pero el énfasis específico y los estilos de escritura son diferentes. Opuesto a las prácticas usuales de Pablo, el autor de Hebreos no se identifica a sí mismo en la carta, excepto para indicar que era un hombre (ver nota en 11:32). Además, la declaración “Esta salvación, la cual habiendo sido anunciada primeramente por el Señor nos fue confirmada por quienes nos oyeron” (2:3), indica que el autor no había estado con Jesús durante su ministerio temprano ni había recibido revelaciones dirigidas especialmente del Señor ascendido, como había ocurrido con Pablo (Gálatas 1:11-12).
La sugerencia temprana de la autoría se encuentra en la Tertulia de Pudicicia, 20 (año 200), en la cual él cita “una epístola para los hebreos en el nombre de Bernabé”. En la misma carta queda claro que el escritor debió haber tenido autoridad en la iglesia apostólica y era un cristiano hebreo intelectual que conocía bien el Antiguo Testamento. Bernabé cumple con los requerimientos. Él era un judío de la tribu sacerdotal de Levi (Hechos 4:36) quien se convirtió en un amigo cercano de Pablo durante la última conversión. Bajo la orientación del Espíritu Santo, la iglesia en Antioquia comisionó a Bernabé y a Pablo para el trabajo de evangelización y los envió a su primer viaje misionero (Hechos 13:1-4).
El otro candidato para la Autoría es Apolos, cuyo nombre fue sugerido principalmente por Martín Lutero y quien es favorecido por muchos intérpretes hoy día. Apolos, nacido en Alejandría, era también un judío cristiano con habilidades intelectuales y de oratoria notables. Lucas nos dice que “él era un hombre elocuente poderoso en las escrituras” (Hechos 18:24). También sabemos que Apolos estaba asociado con Pablo en los años tempranos de la iglesia en Corinto (1 Corintios 1:12; 3:4-6,22).
Una cosa resulta evidente: El autor era un maestro del idioma griego en su momento, y estaba completamente familiarizado con la traducción griega previa al cristianismo del Antiguo Testamento (La Septuaginta), la cual es citada regularmente en el libro.
Fecha
Hebreos debió haber sido escrito antes de la destrucción de Jerusalén y el templo en el año 70 d.C. por lo siguiente: (1) Si hubiera sido escrito antes de esta fecha, el autor seguramente habría mencionado la destrucción del templo y el final del sistema de sacrificios judíos, y (2) el autor usa consistentemente el tiempo presente griego cuando se refiere al templo y a las actividades sacerdotales relacionadas a este (ver 5:1-3; 7:23,27; 8:3-5; 9:6-9,13,25; 10:1,3-4,8,11; 13:10-11).
Destinatarios
La carta fue dirigida principalmente a los convertidos judíos que eran familiares con el Antiguo Testamento y a quienes estaban siendo tentados a volver al judaísmo o a judaizar el evangelio (Gálatas 2:14). Algunos han sugerido que estos que profesaban ser cristianos judíos pensaban en emerger con una secta judía, así como la de Qumrán cerca del Mar Muerto. También se ha sugerido que los destinatarios eran “el gran número de sacerdotes que obedecían a la fe” (Hechos 6:7).
Tema
El tema de Hebreos es la supremacía absoluta y la suficiencia de Jesucristo como el revelador y mediador de la gracia de Dios. El prólogo (1:1-4) presenta a Cristo como la revelación final y completa de Dios, sobrepasando por mucho la revelación dada en el Antiguo Testamento. Las profecías y promesas del Antiguo Testamento se completan en el “nuevo pacto” (o “Nuevo Testamento”), del cual Cristo es el mediador. En el mismo Antiguo Testamento, Cristo se muestra superior a otros profetas, a ángeles, a Moisés (el mediador del pacto antiguo), a Aarón y a la sucesión sacerdotal que desciende de él. Hebreos podría llamarse “el libro de las mejores cosas” ya que las dos palabras griegas para “mejor” y “superior” se repiten 15 veces en la carta. Una característica importante de esta presentación del evangelio es la manera única en la cual el autor emplea exposiciones de ocho pasajes específicos en las escrituras del Antiguo Testamento:
Por todo el libro se otorgan aplicaciones prácticas para este tema. A los lectores se les dice que no puede haber vuelta atrás o continuación del sistema antiguo judío, el cual ha sido reemplazado por el sacerdocio de Cristo. El pueblo de Dios debe buscarlo solo a él, cuya muerte, resurrección y ascenso han abierto el camino hacia el santuario celestial y verdadero de la presencia de Dios. El hecho de “ignorar tal salvación” (2:3) o abandonar la búsqueda de la santidad (12:10,14) es enfrentar la rabia del “Dios vivo” (10:31). El autor incluye en su presentación del evangelio advertencias severas (ver nota en 2:1-4) y recuerda a sus lectores el juicio divino que acarreó la generación rebelde de israelitas en el desierto.
Forma Literaria
Hebreos es comúnmente referido como una carta, aunque no tiene la forma típica de carta, finaliza como una carta (13:22-25), pero inicia más como un ensayo o sermón (1:1-4). El autor no se identifica a sí mismo o a aquellos a quienes se está dirigiendo, lo cual normalmente ocurre en una carta. Y no ofrece saludos, lo cual es común encontrar al principio de las cartas antiguas. Por el contrario, él comienza con una declaración magnificente acerca de Jesucristo. Él se refiere a su trabajo como “palabras de exhortación” (13:22), el cual constituye una designación convencional dando un sermón en un servicio en una sinagoga (ver Hechos 13:15, donde “mensajes de ánimos” traducen las mismas palabras griegas como “palabras de exhortación”). Tal y como un sermón, Hebreos está lleno de motivación, exhortaciones y advertencias severas. Es probable que el autor usara material de sermoneo y lo enviara en una carta modificada.
Esquema