7 Sécase la hierba, marchítase la flor cuando el aliento del SEÑOR sopla sobre ella; en verdad el pueblo es hierba.
8 Sécase la hierba, marchítase la flor, mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre.
9 Súbete a un alto monte, oh Sion, portador de buenas nuevas; levanta con fuerza tu voz, oh Jerusalén, portadora de buenas nuevas; levántala, no temas. Di a las ciudades de Judá: Aquí está vuestro Dios.
10 He aquí, el Señor DIOS vendrá con poder, y su brazo gobernará por El. He aquí, con El está su galardón, y delante de El su recompensa.
11 Como pastor apacentará su rebaño, en su brazo recogerá los corderos, y en su seno los llevará; guiará con cuidado a las recién paridas.
12 ¿Quién midió las aguas en el hueco de su mano, con su palmo tomó la medida de los cielos, con un tercio de medida calculó el polvo de la tierra, pesó los montes con la báscula, y las colinas con la balanza?
13 ¿Quién guió al Espíritu del SEÑOR, o como consejero suyo le enseñó?
14 ¿A quién pidió consejo y quién le dio entendimiento? ¿Quién le instruyó en la senda de la justicia, le enseñó conocimiento, y le mostró el camino de la inteligencia?
15 He aquí, las naciones son como gota en un cubo, y son estimadas como grano de polvo en la balanza; he aquí, El levanta las islas como al polvo fino.
16 El Líbano no basta para el fuego, ni bastan sus bestias para el holocausto.
17 Todas las naciones ante El son como nada, menos que nada e insignificantes son consideradas por El.
18 ¿A quién, pues, asemejaréis a Dios, o con qué semejanza le compararéis?
19 El artífice funde el ídolo, el orfebre lo recubre de oro y el platero le hace cadenas de plata.
20 El que es muy pobre para tal ofrenda escoge un árbol que no se pudra; se busca un hábil artífice para erigir un ídolo que no se tambalee.
21 ¿No sabéis? ¿No habéis oído? ¿No os lo han anunciado desde el principio? ¿No lo habéis entendido desde la fundación de la tierra?
22 El es el que está sentado sobre la redondez de la tierra, cuyos habitantes son como langostas; El es el que extiende los cielos como una cortina y los despliega como una tienda para morar.
23 El es el que reduce a la nada a los gobernantes, y hace insignificantes a los jueces de la tierra.
24 Apenas han sido plantados, apenas han sido sembrados, apenas ha arraigado en la tierra su tallo, cuando El sopla sobre ellos, y se secan, y la tempestad como hojarasca se los lleva.
25 ¿A quién, pues, me haréis semejante para que yo sea su igual?dice el Santo.
26 Alzad a lo alto vuestros ojos y ved quién ha creado estos astros: el que hace salir en orden a su ejército, y a todos llama por su nombre. Por la grandeza de su fuerza y la fortaleza de su poder no falta ni uno.
27 ¿Por qué dices, Jacob, y afirmas, Israel: Escondido está mi camino del SEÑOR, y mi derecho pasa inadvertido a mi Dios?
28 ¿Acaso no lo sabes? ¿Es que no lo has oído? El Dios eterno, el SEÑOR, el creador de los confines de la tierra no se fatiga ni se cansa. Su entendimiento es inescrutable.
29 El da fuerzas al fatigado, y al que no tiene fuerzas, aumenta el vigor.
30 Aun los mancebos se fatigan y se cansan, y los jóvenes tropiezan y vacilan,
31 pero los que esperan en el SEÑOR renovarán sus fuerzas; se remontarán con alas como las águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán.

Otras traducciones de Isaías 40:7

English Standard Version ESV

Isaiah 40:7 The grass withers, the flower fades when the breath of the LORD blows on it; surely the people are grass.

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

7 La hierba se seca, y la flor abierta se cae; porque el Espíritu del SEÑOR sopló en ella. Ciertamente hierba es el pueblo

King James Version KJV

7 The grass withereth, the flower fadeth: because the spirit of the LORD bloweth upon it: surely the people is grass.

New King James Version NKJV

7 The grass withers, the flower fades, Because the breath of the Lord blows upon it; Surely the people are grass.

Nueva Traducción Viviente NTV

Isaías 40:7 La hierba se seca y las flores se marchitan
bajo el aliento del Señor
.
Y así sucede también con los seres humanos.

Nueva Versión Internacional NVI

7 La hierba se seca y la flor se marchita,porque el aliento del SEÑOR sopla sobre ellas.Sin duda, el pueblo es hierba.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

7 La hierba se seca, y la flor se cae; porque el viento de Jehová sopló en ella: ciertamente hierba es el pueblo.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

7 La hierba se seca, y la flor se cae; porque el Espíritu del SEÑOR sopló en ella. Ciertamente hierba es el pueblo.
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