4
Los cuales, luego que te hayan saludado, te darán dos panes, los que tomarás de manos de ellos
5
De allí vendrás al collado de Dios donde está la guarnición de los filisteos; y cuando entres allá en la ciudad encontrarás una compañía de profetas que descienden del lugar alto, y delante de ellos salterio, adufe, flauta, y arpa, y ellos profetizando
6
Y el Espíritu del SEÑOR te prosperará, y profetizarás con ellos, y serás mudado en otro varón
7
Y cuando te hubieren sobrevenido estas señales, haz según lo que te encontrare a la mano, porque Dios está contigo
8
Y bajarás delante de mí a Gilgal; y luego descenderé yo a ti para sacrificar holocaustos, e inmolar víctimas pacíficas. Tú me esperarás siete días, hasta que yo venga a ti, y te enseñe lo que has de hacer
9
Y aconteció que cuando él volteó su hombro para partirse de Samuel, le mudó Dios su corazón; y todas estas señales acaecieron en aquel día
10
Y cuando llegaron allá al collado, he aquí la compañía de los profetas que venía a encontrarse con él, y el Espíritu de Dios lo prosperó, y profetizó entre ellos
11
Y aconteció que, cuando todos los que le conocían de ayer y de anteayer, vieron como profetizaba con los profetas. Y el pueblo decía el uno al otro: ¿Qué le ha sucedido al hijo de Cis? ¿Saúl también entre los profetas
12
Y un varón de allí respondió, y dijo: ¿Y quién es el padre de ellos? Por esta causa se convirtió en proverbio: ¿También Saúl entre los profetas