Ezequiel 31:8
Los cedros no lo cubrieron en el huerto de Dios; las hayas no fueron semejantes a sus ramas, ni los castaños fueron semejantes a sus ramos; ningún árbol en el huerto de Dios fue semejante a él en su hermosura
Otras traducciones de Ezequiel 31:8
La Biblia de las Américas (Español) BLA
Ezequiel 31:8
"Los cedros no lo igualaban en el huerto de Dios; los cipreses no se podían comparar con su ramaje, y los plátanos no igualaban sus ramas. Ningún árbol en el huerto de Dios podía compararse a él en su hermosura.
English Standard Version ESV
8
The cedars in the garden of God could not rival it, nor the fir trees equal its boughs; neither were the plane trees like its branches; no tree in the garden of God was its equal in beauty.
King James Version KJV
8
The cedars in the garden of God could not hide him: the fir trees were not like his boughs, and the chesnut trees were not like his branches; nor any tree in the garden of God was like unto him in his beauty.
New King James Version NKJV
8
The cedars in the garden of God could not hide it; The fir trees were not like its boughs, And the chestnut trees were not like its branches; No tree in the garden of God was like it in beauty.
Nueva Traducción Viviente NTV
Ezequiel 31:8
Ningún otro cedro del jardín de Dios podía hacerle competencia. Ningún ciprés tenía ramas como las suyas; ningún plátano oriental tenía ramas comparables. Ningún árbol del jardín de Dios tenía una belleza parecida.
Nueva Versión Internacional NVI
8
Ningún cedro en el jardín de Diosse le podía comparar;ningún pino ostentaba un follaje parecido,ni tenían su fronda los castaños.Ningún árbol del jardín de Diosse le comparaba en hermosura.
La Biblia Reina-Valera (Español) RVR
8
Los cedros no lo cubrieron en el huerto de Dios: las hayas no fueron semejantes á sus ramas, ni los castaños fueron semejantes á sus ramos: ningún árbol en el huerto de Dios fué semejante á él en su hermosura.
Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV
8
Los cedros no lo cubrieron en el huerto de Dios; las hayas no fueron semejantes a sus ramas, ni los castaños fueron semejantes a sus ramos; ningún árbol en el huerto de Dios fue semejante a él en su hermosura.