Jeremías 8:16
Desde Dan se oyó el bufido de sus caballos; del sonido de los relinchos de sus fuertes tembló toda la tierra; y vinieron y devoraron la tierra y su abundancia, ciudad y moradores de ella
Otras traducciones de Jeremías 8:16
La Biblia de las Américas (Español) BLA
Jeremías 8:16
Desde Dan se oye el resoplido de sus caballos; al sonido de los relinchos de sus corceles, tiembla toda la tierra; vienen y devoran la tierra y cuanto hay en ella, la ciudad y los que en ella habitan.
English Standard Version ESV
16
"The snorting of their horses is heard from Dan; at the sound of the neighing of their stallions the whole land quakes. They come and devour the land and all that fills it, the city and those who dwell in it.
King James Version KJV
16
The snorting of his horses was heard from Dan: the whole land trembled at the sound of the neighing of his strong ones; for they are come, and have devoured the land, and all that is in it; the city, and those that dwell therein.
New King James Version NKJV
16
The snorting of His horses was heard from Dan. The whole land trembled at the sound of the neighing of His strong ones; For they have come and devoured the land and all that is in it, The city and those who dwell in it."
Nueva Traducción Viviente NTV
Jeremías 8:16
»Ya se puede oír el resoplido de los caballos de guerra del enemigo ¡desde tan lejos como la tierra de Dan en el norte! El relincho de sus sementales hace temblar toda la tierra. Vienen a devorar el país y todo lo que hay en él, tanto las ciudades como los habitantes.
Nueva Versión Internacional NVI
16
Desde Dan se escuchael resoplar de sus caballos;cuando relinchan sus corceles,tiembla toda la tierra.Vienen a devorarse el país,y todo lo que hay en él,la ciudad y todos sus habitantes».
La Biblia Reina-Valera (Español) RVR
16
Desde Dan se oyó el bufido de sus caballos: del sonido de los relinchos de sus fuertes tembló toda la tierra; y vinieron y devoraron la tierra y su abundancia, ciudad y moradores de ella.
Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV
16
Desde Dan se oyó el bufido de sus caballos; del sonido de los relinchos de sus fuertes tembló toda la tierra; y vinieron y devoraron la tierra y su abundancia, ciudad y moradores de ella.