24
Marta le dice: Yo sé que resucitará en la resurrección en el día postrero
25
Le dice Jesús: YO SOY la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá
26
Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto
27
Le dice: Sí Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo
28
Y dicho esto, se fue, y llamó en secreto a María su hermana, diciendo: El Maestro está aquí y te llama
29
Ella, cuando lo oyó, se levantó prestamente y vino a él
30
(Que aún no había llegado Jesús a la aldea, mas estaba en aquel lugar donde Marta le había salido a recibir.
31
Entonces los judíos que estaban en casa con ella, y la consolaban, como vieron que María se había levantado prestamente, y había salido, la siguieron, diciendo: Va al sepulcro a llorar allí
32
Mas María, como vino donde estaba Jesús, viéndole, se derribó a sus pies, diciéndole: Señor, si hubieras estado aquí, no hubiera muerto mi hermano
33
Jesús entonces, como la vio llorando, y a los judíos que habían venido juntamente con ella llorando, se embraveció en Espíritu, se alborotó a sí mismo
34
y dijo: ¿Dónde le pusisteis? Le dicen: Señor, ven, y ve
36
Dijeron entonces los judíos: Mirad cómo le amaba
37
Y unos de ellos dijeron: ¿No podía éste que abrió los ojos al ciego, hacer que éste no muriera
38
Y Jesús, por eso, embraveciéndose otra vez en sí mismo, vino al sepulcro donde había una cueva, la cual tenía una piedra encima
39
Dice Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que se había muerto, le dice: Señor, hiede ya, que es de cuatro días
40
Jesús le dice: ¿No te he dicho que, si creyeres, verás la gloria de Dios
41
Entonces quitaron la piedra de donde el muerto había sido puesto. Y Jesús, alzando los ojos arriba, dijo: Padre, gracias te doy que me has oído
42
Que yo sabía que siempre me oyes; mas por causa de la compañía que está alrededor, lo dije, para que crean que tú me has enviado
43
Y habiendo dicho estas cosas, clamó a gran voz: Lázaro, ven fuera
44
Entonces el que había estado muerto, salió, atadas las manos y los pies con vendas; y su rostro estaba envuelto en un sudario. Les dice Jesús: Desatadle, y dejadle ir
45
Entonces muchos de los judíos que habían venido a María, y habían visto lo que había hecho Jesús, creyeron en él
46
Mas unos de ellos fueron a los fariseos, y les dijeron lo que Jesús había hecho
47
Y los sumo sacerdotes y los fariseos juntaron concilio, y decían: ¿Qué hacemos? Porque este hombre hace muchas señales
48
Si le dejamos así, todos creerán en él; y vendrán los romanos, y quitarán nuestro lugar y la nación
49
Y Caifás, uno de ellos, sumo sacerdote de aquel año, les dijo: Vosotros no sabéis nada
50
ni pensáis que nos conviene que un hombre muera por el pueblo, y no que toda la nación se pierda
51
Mas esto no lo dijo de sí mismo; sino que, como era el sumo sacerdote de aquel año, profetizó que Jesús había de morir por la nación
52
y no solamente por aquella nación, mas también para que juntara en uno los hijos de Dios que estaban dispersos
Otras traducciones de Juan 11:1
La Biblia de las Américas (Español) BLA
Juan 11:1
Y estaba enfermo cierto hombre llamado Lázaro, de Betania, la aldea de María y de su hermana Marta.
English Standard Version ESV
1
Now a certain man was ill, Lazarus of Bethany, the village of Mary and her sister Martha.
King James Version KJV
1
Now a certain man was sick, named Lazarus, of Bethany, the town of Mary and her sister Martha.
New King James Version NKJV
1
Now a certain man was sick, Lazarus of Bethany, the town of Mary and her sister Martha.
Nueva Traducción Viviente NTV
Juan 11:1
La resurrección de Lázaro Un hombre llamado Lázaro estaba enfermo. Vivía en Betania con sus hermanas María y Marta.
Nueva Versión Internacional NVI
1
Había un hombre enfermo llamado Lázaro, que era de Betania, el pueblo de María y Marta, sus hermanas.
La Biblia Reina-Valera (Español) RVR
1
ESTABA entonces enfermo uno llamado Lázaro, de Bethania, la aldea de María y de Marta su hermana.
Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV
1
Estaba entonces enfermo uno llamado Lázaro, de Betania, la aldea de María y de Marta su hermana.