37
Y unos de ellos dijeron: ¿No podía éste que abrió los ojos al ciego, hacer que éste no muriera
38
Y Jesús, por eso, embraveciéndose otra vez en sí mismo, vino al sepulcro donde había una cueva, la cual tenía una piedra encima
39
Dice Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que se había muerto, le dice: Señor, hiede ya, que es de cuatro días
40
Jesús le dice: ¿No te he dicho que, si creyeres, verás la gloria de Dios
41
Entonces quitaron la piedra de donde el muerto había sido puesto. Y Jesús, alzando los ojos arriba, dijo: Padre, gracias te doy que me has oído
42
Que yo sabía que siempre me oyes; mas por causa de la compañía que está alrededor, lo dije, para que crean que tú me has enviado
43
Y habiendo dicho estas cosas, clamó a gran voz: Lázaro, ven fuera
44
Entonces el que había estado muerto, salió, atadas las manos y los pies con vendas; y su rostro estaba envuelto en un sudario. Les dice Jesús: Desatadle, y dejadle ir
45
Entonces muchos de los judíos que habían venido a María, y habían visto lo que había hecho Jesús, creyeron en él
46
Mas unos de ellos fueron a los fariseos, y les dijeron lo que Jesús había hecho
47
Y los sumo sacerdotes y los fariseos juntaron concilio, y decían: ¿Qué hacemos? Porque este hombre hace muchas señales
48
Si le dejamos así, todos creerán en él; y vendrán los romanos, y quitarán nuestro lugar y la nación
49
Y Caifás, uno de ellos, sumo sacerdote de aquel año, les dijo: Vosotros no sabéis nada
50
ni pensáis que nos conviene que un hombre muera por el pueblo, y no que toda la nación se pierda
51
Mas esto no lo dijo de sí mismo; sino que, como era el sumo sacerdote de aquel año, profetizó que Jesús había de morir por la nación
52
y no solamente por aquella nación, mas también para que juntara en uno los hijos de Dios que estaban dispersos
53
Así que, desde aquel día consultaban juntos para matarle
54
De manera que Jesús ya no andaba manifiestamente entre los judíos; mas se fue de allí a la tierra que está junto al desierto, a una ciudad que se llama Efraín; y se estaba allí con sus discípulos
55
Y la Pascua de los judíos estaba cerca; y muchos subieron de la tierra a Jerusalén antes de la Pascua, para purificarse
56
y buscaban a Jesús, y hablaban los unos con los otros estando en el Templo: ¿Qué os parece? ¿Qué no vendrá a la fiesta
57
Y los sumos sacerdotes y los fariseos habían dado mandamiento, que si alguno se enteraba dónde estaba, lo manifestara, para que le prendieran
Otras traducciones de Juan 11:37
La Biblia de las Américas (Español) BLA
Juan 11:37
Pero algunos de ellos dijeron: ¿No podía éste, que abrió los ojos del ciego, haber evitado también que Lázaro muriera?
English Standard Version ESV
37
But some of them said, "Could not he who opened the eyes of the blind man also have kept this man from dying?"
King James Version KJV
37
And some of them said, Could not this man, which opened the eyes of the blind, have caused that even this man should not have died?
New King James Version NKJV
37
And some of them said, "Could not this Man, who opened the eyes of the blind, also have kept this man from dying?"
Nueva Traducción Viviente NTV
Juan 11:37
Pero otros decían: «Este hombre sanó a un ciego. ¿Acaso no podía impedir que Lázaro muriera?».
Nueva Versión Internacional NVI
37
Pero algunos de ellos comentaban:—Este, que le abrió los ojos al ciego, ¿no podría haber impedido que Lázaro muriera?
La Biblia Reina-Valera (Español) RVR
37
Y algunos de ellos dijeron: ¿No podía éste que abrió los ojos al ciego, hacer que éste no muriera?
Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV
37
Y unos de ellos dijeron: ¿No podía éste que abrió los ojos al ciego, hacer que éste no muriera?