41
Un acreedor tenía dos deudores: el uno le debía quinientos denarios, y el otro cincuenta
42
y no teniendo ellos con qué pagar, soltó la deuda a ambos. Di, pues, ¿cuál de éstos le amará más
43
Y respondiendo Simón, dijo: Pienso que aquel al cual soltó más. Y él le dijo: Rectamente has juzgado
44
Y vuelto a la mujer, dijo a Simón: ¿Ves esta mujer? Entré en tu casa, no diste agua para mis pies; y ésta ha regado mis pies con lágrimas, y los ha limpiado con los cabellos de su cabeza
45
No me diste beso, y ésta, desde que entré, no ha cesado de besar mis pies
46
No ungiste mi cabeza con óleo; y ésta ha ungido con ungüento mis pies
47
Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho; mas al que se perdona poco, poco ama