3
Si los envío en ayunas a sus casas, desmayarán en el camino; porque algunos de ellos han venido de lejos
4
Sus discípulos le respondieron: ¿De dónde podrá alguien saciar a éstos de pan aquí en el desierto
5
Y les preguntó: ¿Cuántos panes tenéis? Y ellos dijeron: Siete
6
Entonces mandó a la multitud que se recostara en tierra; y tomando los siete panes, habiendo dado gracias, partió, y dio a sus discípulos que pusieran delante; y los pusieron delante a la multitud
7
Tenían también unos pocos pececillos; y los bendijo, y mandó que también los pusieran delante
8
Y comieron, y se saciaron; y levantaron de los pedazos que habían sobrado, siete canastas
9
Y eran los que comieron, como cuatro mil; y los despidió
10
Luego entrando en el barco con sus discípulos, vino a la región de Dalmanuta
11
Y vinieron los fariseos, y comenzaron a altercar con él, demandándole señal del cielo, tentándole
12
Y gimiendo de su espíritu, dice: ¿Por qué pide señal esta generación? De cierto os digo que no se dará señal a esta generación
13
Y dejándolos, volvió a entrar en el barco, y se fue a la otra ribera
14
Y se habían olvidado de tomar pan, y no tenían sino un pan consigo en el barco
15
Y les mandó, diciendo: Mirad, guardaos de la levadura de los fariseos, y de la levadura de Herodes
16
Y altercaban los unos con los otros diciendo: Pan no tenemos
17
Y como Jesús lo entendió, les dice: ¿Qué altercáis, porque no tenéis pan? ¿No consideráis ni entendéis? ¿Aún tenéis ciego vuestro corazón
18
¿Teniendo ojos no veis, y teniendo oídos no oís? ¿Y no os acordáis
19
Cuando partí los cinco panes entre cinco mil, ¿cuántas canastas llenas de los pedazos alzasteis? Y ellos dijeron: Doce
20
Y cuando los siete panes entre cuatro mil, ¿cuántas canastas llenas de los pedazos alzasteis? Y ellos dijeron: Siete