9 Y tenía ella hombres al acecho en un aposento interior. Entonces le dijo: ¡Sansón, los filisteos se te echan encima! Pero él rompió las cuerdas como se rompe un hilo de estopa cuando toca el fuego. Y no se descubrió el secreto de su fuerza.
10 Entonces Dalila dijo a Sansón: Mira, me has engañado y me has dicho mentiras; ahora pues, te ruego que me declares cómo se te puede atar.
11 Y él le respondió: Si me atan fuertemente con sogas nuevas que no se hayan usado, me debilitaré y seré como cualquier otro hombre.
12 Dalila tomó sogas nuevas, lo ató con ellas, y le dijo: ¡Sansón, los filisteos se te echan encima! Pues los hombres estaban al acecho en el aposento interior. Pero él rompió las sogas de sus brazos como un hilo.
13 Entonces Dalila dijo a Sansón: Hasta ahora me has engañado y me has dicho mentiras; declárame, ¿cómo se te puede atar? Y él le dijo: Si tejes siete trenzas de mi cabellera con la tela `n en la Sept., pero no en ningún ms. heb.y la aseguras con una clavija, entonces me debilitaré y seré como cualquier otro hombre.
14 Y mientras él dormía Dalila tomó las siete trenzas de su cabellera y las tejió con la tela, y la aseguró con la clavija, y le dijo: ¡Sansón, los filisteos se te echan encima! Pero él despertó de su sueño y arrancó la clavija del telar y la tela.
15 Entonces ella le dijo: ¿Cómo puedes decir: "Te quiero", cuando tu corazón no está conmigo? Me has engañado estas tres veces y no me has declarado dónde reside tu gran fuerza.
16 Y como ella le presionaba diariamente con sus palabras y le apremiaba, su alma se angustió hasta la muerte.
17 El le reveló, pues, todo lo que había en su corazón, diciéndole: Nunca ha pasado navaja sobre mi cabeza, pues he sido nazareo para Dios desde el vientre de mi madre. Si me cortan el cabello, mi fuerza me dejará y me debilitaré y seré como cualquier otro hombre.
18 Viendo Dalila que él le había declarado todo lo que había en su corazón, mandó llamar a los príncipes de los filisteos, diciendo: Venid una vez más, porque él me ha declarado todo lo que hay en su corazón. Entonces los príncipes de los filisteos vinieron a ella y trajeron el dinero en sus manos.
19 Y ella lo hizo dormir sobre sus rodillas, y mandó llamar a un hombre que le rasuró las siete trenzas de su cabellera. Luego comenzó a afligirle y su fuerza le dejó.
20 Ella entonces dijo: ¡Sansón, los filisteos se te echan encima! Y él despertó de su sueño, y dijo: Saldré como las otras veces y escaparé. Pero no sabía que el SEÑOR se había apartado de él.
21 Los filisteos lo prendieron y le sacaron los ojos; y llevándolo a Gaza, lo ataron con cadenas de bronce y lo pusieron a girar el molino en la prisión.
22 Pero el cabello de su cabeza comenzó a crecer de nuevo después de rasurado.
23 Y los príncipes de los filisteos se reunieron para ofrecer un gran sacrificio a su dios Dagón, y para regocijarse, pues decían: Nuestro dios ha entregado a nuestro enemigo Sansón en nuestras manos.
24 Y cuando la gente lo vio, alabaron a su dios, pues decían: Nuestro dios ha entregado en nuestras manos a nuestro enemigo, al que asolaba nuestra tierra, y multiplicaba nuestros muertos.
25 Y sucedió que cuando estaban alegres, dijeron: Llamad a Sansón para que nos divierta. Llamaron, pues, a Sansón de la cárcel, y él los divertía. Y lo pusieron de pie entre las columnas.
26 Entonces Sansón dijo al muchacho que lo tenía de la mano: Déjame palpar las columnas sobre las que el edificio descansa, para apoyarme en ellas.
27 Y el edificio estaba lleno de hombres y mujeres, y todos los príncipes de los filisteos estaban allí. Y sobre la azotea había como tres mil hombres y mujeres mirando mientras Sansón los divertía.
28 Sansón invocó al SEÑOR y dijo: Señor DIOS, te ruego que te acuerdes de mí, y te suplico que me des fuerzas sólo esta vez, oh Dios, para vengarme ahora de los filisteos por mis dos ojos.
29 Y Sansón asió las dos columnas del medio sobre las que el edificio descansaba y se apoyó contra ellas, con su mano derecha sobre una y con su mano izquierda sobre la otra.
30 Y dijo Sansón: ¡Muera yo con los filisteos! Y se inclinó con todas sus fuerzas y el edificio se derrumbó sobre los príncipes y sobre todo el pueblo que estaba en él. Así que los que mató al morir fueron más que los que había matado durante su vida.
31 Entonces descendieron sus hermanos y toda la casa de su padre, y tomándolo, lo llevaron y lo sepultaron entre Zora y Estaol en la tumba de Manoa, su padre. El había juzgado a Israel veinte años.

Otras traducciones de Jueces 16:9

English Standard Version ESV

Judges 16:9 Now she had men lying in ambush in an inner chamber. And she said to him, "The Philistines are upon you, Samson!" But he snapped the bowstrings, as a thread of flax snaps when it touches the fire. So the secret of his strength was not known.

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

9 Y los espías estaban escondidos en casa de ella en una cámara. Entonces ella le dijo: ¡Sansón, los filisteos sobre ti! Y él rompió los mimbres, como se rompe una cuerda de estopa cuando siente el fuego; y no se supo el secreto de su fuerza

King James Version KJV

9 Now there were men lying in wait, abiding with her in the chamber. And she said unto him, The Philistines be upon thee, Samson. And he brake the withs, as a thread of tow is broken when it toucheth the fire. So his strength was not known.

New King James Version NKJV

9 Now men were lying in wait, staying with her in the room. And she said to him, "The Philistines are upon you, Samson!" But he broke the bowstrings as a strand of yarn breaks when it touches fire. So the secret of his strength was not known.

Nueva Traducción Viviente NTV

Jueces 16:9 Dalila había escondido a algunos hombres en una de las habitaciones internas de su casa, y gritó: «¡Sansón! ¡Los filisteos han venido a capturarte!»; pero Sansón rompió las cuerdas de arco como se rompe una cuerda cuando la quema el fuego. Así que no descubrieron el secreto de su fuerza.

Nueva Versión Internacional NVI

9 Estando unos hombres al acecho en el cuarto, ella le gritó:—¡Sansón, los filisteos se lanzan sobre ti!Pero él rompió las cuerdas como quien rompe un pedazo de cuerda chamuscada. De modo que no se descubrió el secreto de su fuerza.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

9 Y estaban espías en casa de ella en una cámara. Entonces ella le dijo: ¡Samsón, los Filisteos sobre ti! Y él rompió los mimbres, como se rompe una cuerda de estopa cuando siente el fuego: y no se supo su fuerza.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

9 Y los espías estaban escondidos en casa de ella en una cámara. Entonces ella le dijo: ¡Sansón, los filisteos sobre ti! Y él rompió los mimbres, como se rompe una cuerda de estopa cuando siente el fuego; y no se supo el secreto de su fuerza.
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