La Biblia de las Américas (Español) BLA
1 Samuel 25:26
Ahora pues, señor mío, vive el SEÑOR y vive tu alma; puesto que el SEÑOR te ha impedido derramar sangre y vengarte por tu propia mano, sean pues como Nabal tus enemigos y los que buscan el mal contra mi señor.
English Standard Version ESV
26
Now then, my lord, as the LORD lives, and as your soul lives, because the LORD has restrained you from bloodguilt and from saving with your own hand, now then let your enemies and those who seek to do evil to my lord be as Nabal.
La Biblia del Jubileo 2000 JBS
26
Ahora pues, señor mío, vive el SEÑOR y vive tu alma, que el SEÑOR te ha vedado que vinieras a derramar sangre, y vengarte por tu propia mano. Sean, pues, como Nabal tus enemigos, y todos los que procuran mal contra mi señor
New King James Version NKJV
26
Now therefore, my lord, as the Lord lives and as your soul lives, since the Lord has held you back from coming to bloodshed and from avenging yourself with your own hand, now then, let your enemies and those who seek harm for my lord be as Nabal.
Nueva Traducción Viviente NTV
1 Samuel 25:26
»Ahora, mi señor, tan cierto como que el Señor
vive y que usted vive, ya que el Señor
impidió que usted matara y tomara venganza por su propia mano, que todos sus enemigos y los que intenten hacerle daño sean tan malditos como lo es Nabal.
Nueva Versión Internacional NVI
26
»Pero ahora el SEÑOR le ha impedido a usted derramar sangre y hacerse justicia con sus propias manos. ¡Tan cierto como que el SEÑOR y usted viven! Por eso, pido que a sus enemigos, y a todos los que quieran hacerle daño, les pase lo mismo que a Nabal.
La Biblia Reina-Valera (Español) RVR
26
Ahora pues, señor mío, vive Jehová y vive tu alma, que Jehová te ha estorbado que vinieses á derramar sangre, y vengarte por tu propia mano. Sean pues como Nabal tus enemigos, y todos los que procuran mal contra mi señor.
Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV
26
Ahora pues, señor mío, vive el SEÑOR y vive tu alma, que el SEÑOR te ha vedado que vinieses a derramar sangre, y vengarte por tu propia mano. Sean, pues, como Nabal tus enemigos, y todos los que procuran mal contra mi señor.