La Biblia de las Américas (Español) BLA
2 Reyes 4:27
Cuando ella llegó al monte, al hombre de Dios, se asió de sus pies. Y Giezi se acercó para apartarla, pero el hombre de Dios dijo: Déjala, porque su alma está angustiada y el SEÑOR me lo ha ocultado y no me lo ha revelado.
English Standard Version ESV
27
And when she came to the mountain to the man of God, she caught hold of his feet. And Gehazi came to push her away. But the man of God said, "Leave her alone, for she is in bitter distress, and the LORD has hidden it from me and has not told me."
La Biblia del Jubileo 2000 JBS
27
Y luego que llegó al varón de Dios en el monte, se asió de sus pies. Y se acercó Giezi para quitarla; mas el varón de Dios le dijo: Déjala, porque su alma está en amargura, y el SEÑOR me ha encubierto el motivo, y no me lo ha revelado
New King James Version NKJV
27
Now when she came to the man of God at the hill, she caught him by the feet, but Gehazi came near to push her away. But the man of God said, "Let her alone; for her soul is in deep distress, and the Lord has hidden it from me, and has not told me."
Nueva Traducción Viviente NTV
2 Reyes 4:27
Sin embargo, cuando ella se encontró con el hombre de Dios en la montaña, se postró en el suelo delante de él y se agarró de sus pies. Giezi comenzó a apartarla, pero el hombre de Dios dijo: «Déjala. Está muy angustiada, pero el Señor
no me ha dicho qué le pasa».
Nueva Versión Internacional NVI
27
Pero luego fue a la montaña y se abrazó a los pies del hombre de Dios. Guiezi se acercó con el propósito de apartarla, pero el hombre de Dios intervino:—¡Déjala! Está muy angustiada, y el SEÑOR me ha ocultado lo que pasa; no me ha dicho nada.
La Biblia Reina-Valera (Español) RVR
27
Y luego que llegó al varón de Dios en el monte, asió de sus pies. Y llegóse Giezi para quitarla; mas el varón de Dios le dijo: Déjala, porque su alma está en amargura, y Jehová me ha encubierto el motivo, y no me lo ha revelado.
Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV
27
Y luego que llegó al varón de Dios en el monte, se asió de sus pies. Y se acercó Giezi para quitarla; mas el varón de Dios le dijo: Déjala, porque su alma está en amargura, y el SEÑOR me ha encubierto el motivo , y no me lo ha revelado.