33 Entonces Pedro, respondiendo, le dijo: Aunque todos se aparten por causa de ti, yo nunca me apartaré.
34 Jesús le dijo: En verdad te digo que esta misma noche, antes que el gallo cante, me negarás tres veces.
35 Pedro le dijo<***>: Aunque tenga que morir contigo, jamás te negaré. Todos los discípulos dijeron también lo mismo.
36 Entonces Jesús llegó<***> con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo<***> a sus discípulos: Sentaos aquí mientras yo voy allá y oro.
37 Y tomando consigo a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse.
38 Entonces les dijo<***>: Mi alma está muy afligida, hasta el punto de la muerte; quedaos aquí y velad conmigo.
39 Y adelantándose un poco, cayó sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, que pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú quieras.
40 Vino<***> entonces a los discípulos y los halló<***> durmiendo, y dijo<***> a Pedro: ¿Conque no pudisteis velar una hora conmigo?
41 Velad y orad para que no entréis en tentación; el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil.
42 Apartándose de nuevo, oró por segunda vez, diciendo: Padre mío, si ésta no puede pasar sin que yo la beba, hágase tu voluntad.
43 Y vino otra vez y los halló durmiendo, porque sus ojos estaban cargados de sueño.
44 Dejándolos de nuevo, se fue y oró por tercera vez, diciendo otra vez las mismas palabras.
45 Entonces vino<***> a los discípulos y les dijo<***>: ¿Todavía estáis durmiendo y descansando? He aquí, ha llegado la hora, y el Hijo del Hombre es entregado en manos de pecadores.
46 ¡Levantaos! ¡Vamos! Mirad, está cerca el que me entrega.
47 Mientras todavía estaba El hablando, he aquí, Judas, uno de los doce, llegó acompañado de una gran multitud con espadas y garrotes, de parte de los principales sacerdotes y de los ancianos del pueblo.
48 Y el que le entregaba les había dado una señal, diciendo: Al que yo bese, ése es; prendedle.
49 Y enseguida se acercó a Jesús y dijo: ¡Salve, Rabí! Y le besó.
50 Y Jesús le dijo: Amigo, haz lo que viniste a hacer. Entonces ellos se acercaron, echaron mano a Jesús y le prendieron.
51 Y sucedió que uno de los que estaban con Jesús, extendiendo la mano, sacó su espada, e hiriendo al siervo del sumo sacerdote, le cortó la oreja.
52 Entonces Jesús le dijo<***>: Vuelve tu espada a su sitio, porque todos los que tomen la espada, a espada perecerán.
53 ¿O piensas que no puedo rogar a mi Padre, y El pondría a mi disposición ahora mismo más de doce legiones de ángeles?
54 Pero, ¿cómo se cumplirían entonces las Escrituras de que así debe suceder?
55 En aquel momento Jesús dijo a la muchedumbre: ¿Como contra un ladrón habéis salido con espadas y garrotes para arrestarme? Cada día solía sentarme en el templo para enseñar, y no me prendisteis.
56 Pero todo esto ha sucedido para que se cumplan las Escrituras de los profetas. Entonces todos los discípulos le abandonaron y huyeron.
57 Y los que prendieron a Jesús le llevaron ante el sumo sacerdote Caifás, donde estaban reunidos los escribas y los ancianos.
58 Y Pedro le fue siguiendo de lejos hasta el patio del sumo sacerdote, y entrando, se sentó con los alguaciles para ver el fin de todo aquello.
59 Y los principales sacerdotes y todo el concilio procuraban obtener falso testimonio contra Jesús, con el fin de darle muerte,
60 y no lo hallaron a pesar de que se presentaron muchos falsos testigos. Pero más tarde se presentaron dos,
61 que dijeron: Este declaró: "Yo puedo destruir el templo de Dios y en tres días reedificarlo."
62 Entonces el sumo sacerdote, levantándose, le dijo: ¿No respondes nada? ¿Qué testifican éstos contra ti?
63 Mas Jesús callaba. Y el sumo sacerdote le dijo: Te conjuro por el Dios viviente que nos digas si tú eres el Cristo, el Hijo de Dios.
64 Jesús le dijo<***>: Tú mismo lo has dicho; sin embargo, os digo que desde ahora veréis AL HIJO DEL HOMBRE SENTADO A LA DIESTRA DEL PODER, y VINIENDO SOBRE LAS NUBES DEL CIELO.
65 Entonces el sumo sacerdote rasgó sus vestiduras, diciendo: ¡Ha blasfemado! ¿Qué necesidad tenemos de más testigos? He aquí, ahora mismo habéis oído la blasfemia;
66 ¿qué os parece? Ellos respondieron y dijeron: ¡Es reo de muerte!
67 Entonces le escupieron en el rostro y le dieron de puñetazos; y otros le abofeteaban,
68 diciendo: Adivina, Cristo, ¿quién es el que te ha golpeado?
69 Pedro estaba sentado fuera en el patio, y una sirvienta se le acercó y dijo: Tú también estabas con Jesús el galileo.
70 Pero él lo negó delante de todos ellos, diciendo: No sé de qué hablas.
71 Cuando salió al portal, lo vio otra sirvienta y dijo<***> a los que estaban allí: Este estaba con Jesús el nazareno.
72 Y otra vez él lo negó con juramento: ¡Yo no conozco a ese hombre!
73 Y un poco después se acercaron los que estaban allí y dijeron a Pedro: Seguro que tú también eres uno de ellos, porque aun tu manera de hablar te descubre.

Otras traducciones de Mateo 26:33

English Standard Version ESV

Matthew 26:33 Peter answered him, "Though they all fall away because of you, I will never fall away."

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

33 Y respondiendo Pedro, le dijo: Aunque todos sean escandalizados en ti, yo nunca seré escandalizado

King James Version KJV

33 Peter answered and said unto him, Though all men shall be offended because of thee, yet will I never be offended.

New King James Version NKJV

33 Peter answered and said to Him, "Even if all are made to stumble because of You, I will never be made to stumble."

Nueva Traducción Viviente NTV

Mateo 26:33 Pedro declaró:
—Aunque todos te abandonen, yo jamás te abandonaré.

Nueva Versión Internacional NVI

33 —Aunque todos te abandonen —declaró Pedro—, yo jamás lo haré.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

33 Y respondiendo Pedro, le dijo: Aunque todos sean escandalizados en ti, yo nunca seré escandalizado.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

33 Y respondiendo Pedro, le dijo: Aunque todos sean escandalizados en ti, yo nunca seré escandalizado.
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