La Biblia de las Américas (Español) BLA
1 Crónicas 21:16
Y alzando David sus ojos, vio al ángel del SEÑOR que estaba entre la tierra y el cielo, con una espada desenvainada en su mano, extendida sobre Jerusalén. Entonces David y los ancianos, vestidos de cilicio, cayeron sobre sus rostros.
English Standard Version ESV
16
And David lifted his eyes and saw the angel of the LORD standing between earth and heaven, and in his hand a drawn sword stretched out over Jerusalem. Then David and the elders, clothed in sackcloth, fell upon their faces.
La Biblia del Jubileo 2000 JBS
16
Y alzando David sus ojos, vio al ángel del SEÑOR, que estaba entre el cielo y la tierra, teniendo una espada desnuda en su mano extendida contra Jerusalén. Entonces David y los ancianos se postraron sobre sus rostros, cubiertos de cilicio
King James Version KJV
16
And David lifted up his eyes, and saw the angel of the LORD stand between the earth and the heaven, having a drawn sword in his hand stretched out over Jerusalem. Then David and the elders of Israel, who were clothed in sackcloth, fell upon their faces.
New King James Version NKJV
1 Chronicles 21:16
Then David lifted his eyes and saw the angel of the Lord standing between earth and heaven, having in his hand a drawn sword stretched out over Jerusalem. So David and the elders, clothed in sackcloth, fell on their faces.
Nueva Versión Internacional NVI
16
David alzó la vista y vio que el ángel del SEÑOR estaba entre la tierra y el cielo, con una espada desenvainada en la mano que apuntaba hacia Jerusalén. Entonces David y los ancianos, vestidos de luto, se postraron sobre su rostro.
La Biblia Reina-Valera (Español) RVR
16
(21-17) Y alzando David sus ojos, vió al ángel de Jehová, que estaba entre el cielo y la tierra, teniendo un espada desnuda en su mano, extendida contra Jerusalem. Entonces David y los ancianos se postraron sobre sus rostros, cubiertos de sacos.
Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV
16
Y alzando David sus ojos, vio al ángel del SEÑOR, que estaba entre el cielo y la tierra, teniendo una espada desnuda en su mano extendida contra Jerusalén. Entonces David y los ancianos se postraron sobre sus rostros, cubiertos de cilicio.