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Josafat nombra jueces Cuando el rey Josafat de Judá regresó a salvo a Jerusalén,
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Jehú, hijo de Hananí el vidente, salió a recibirlo. «¿Por qué habrías de ayudar a los perversos y amar a los que odian al Señor ? —le preguntó al rey—. Debido a lo que has hecho, el Señor está muy enojado contigo.
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Sin embargo, hay algo bueno en ti porque quitaste los postes dedicados a la diosa Asera por todo el territorio y has decidido buscar a Dios».
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Josafat vivía en Jerusalén pero solía salir a visitar a su gente, y recorría el territorio desde Beerseba hasta la zona montañosa de Efraín, para animar al pueblo a que volviera al Señor , Dios de sus antepasados.
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Nombró jueces en las ciudades fortificadas por toda la nación
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y les dijo: «Piensen siempre con cuidado antes de pronunciar juicio. Recuerden que no juzgan para agradar a la gente sino para agradar al Señor . Él estará con ustedes cuando entreguen el veredicto para cada caso.
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Teman al Señor y juzguen con integridad, porque el Señor nuestro Dios no tolera que se tuerza la justicia ni que se muestre parcialidad ni que se acepte el soborno».
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En Jerusalén Josafat nombró a algunos de los levitas y de los sacerdotes y de los jefes de clanes de Israel para que sirvieran como jueces en casos relacionados con las ordenanzas del Señor y en los conflictos civiles.
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Estas fueron las instrucciones que les dio: «Ustedes deben actuar siempre con el temor del Señor , con fidelidad y con un corazón íntegro.
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Cada vez que les llegue un caso de sus compatriotas que viven en ciudades distantes —ya sea de asesinato o de alguna otra violación de las leyes, los mandatos, los decretos y las ordenanzas de Dios— deben advertirles que no pequen contra el Señor , para que no se enoje con ustedes ni con ellos. Procedan así y no serán culpables.
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»Amarías, el sumo sacerdote, tendrá la última palabra en todos los casos que tengan que ver con el Señor . Zebadías, hijo de Ismael, jefe de la tribu de Judá, tendrá la última palabra en todos los casos civiles. Los levitas los ayudarán a asegurarse de que se haga justicia. Anímense y cumplan con sus deberes y que el Señor esté con todos los que hacen lo correcto».