25 Y la gente respondió a gritos:
—¡Nos haremos responsables de su muerte, nosotros y nuestros hijos!
26 Así fue que Pilato dejó a Barrabás en libertad. Mandó azotar a Jesús con un látigo que tenía puntas de plomo, y después lo entregó a los soldados romanos para que lo crucificaran.
27 Los soldados se burlan de Jesús
Algunos de los soldados del gobernador llevaron a Jesús al cuartel
y llamaron a todo el regimiento.
28 Le quitaron la ropa y le pusieron un manto escarlata.
29 Armaron una corona con ramas de espinos y se la pusieron en la cabeza y le colocaron una caña de junco en la mano derecha como si fuera un cetro. Luego se arrodillaron burlonamente delante de él mientras se mofaban: «¡Viva el rey de los judíos!».
30 Lo escupieron, le quitaron la caña de junco y lo golpearon en la cabeza con ella.
31 Cuando al fin se cansaron de hacerle burla, le quitaron el manto y volvieron a ponerle su propia ropa. Luego lo llevaron para crucificarlo.
32 La crucifixión
En el camino, se encontraron con un hombre llamado Simón, quien era de Cirene,
y los soldados lo obligaron a llevar la cruz de Jesús.
33 Salieron a un lugar llamado Gólgota (que significa «Lugar de la Calavera»).
34 Los soldados le dieron a Jesús vino mezclado con hiel amarga, pero cuando la probó, se negó a beberla.
35 Después de clavarlo en la cruz, los soldados sortearon su ropa tirando los dados.
36 Luego se sentaron alrededor e hicieron guardia mientras él estaba colgado allí.
37 Encima de la cabeza de Jesús, colocaron un letrero, que anunciaba el cargo en su contra. Decía: «Este es Jesús, el Rey de los judíos».
38 Con él crucificaron a dos revolucionarios,
uno a su derecha y otro a su izquierda.
39 La gente que pasaba por allí gritaba insultos y movía la cabeza en forma burlona.
40 «¡Pero mírate ahora! —le gritaban—. Dijiste que ibas a destruir el templo y a reconstruirlo en tres días. Muy bien, si eres el Hijo de Dios, sálvate a ti mismo y bájate de la cruz».
41 Los principales sacerdotes, los maestros de la ley religiosa y los ancianos también se burlaban de Jesús.
42 «Salvó a otros —se mofaban—, ¡pero no puede salvarse a sí mismo! Con que es el Rey de Israel, ¿no? ¡Que baje de la cruz ahora mismo y creeremos en él!
43 Confió en Dios, entonces, ¡que Dios lo rescate ahora si lo quiere! Pues dijo: “Soy el Hijo de Dios”».
44 Hasta los revolucionarios que estaban crucificados con Jesús se burlaban de él de la misma manera.
45 Muerte de Jesús
Al mediodía, la tierra se llenó de oscuridad hasta las tres de la tarde.

Otras traducciones de Mateo 27:25

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Mateo 27:25 Y respondiendo todo el pueblo, dijo: ¡Caiga su sangre sobre nosotros y sobre nuestros hijos!

English Standard Version ESV

25 And all the people answered, "His blood be on us and on our children!"

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

25 Y respondiendo todo el pueblo, dijo: Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos

King James Version KJV

25 Then answered all the people, and said, His blood be on us, and on our children.

New King James Version NKJV

Matthew 27:25 And all the people answered and said, "His blood be on us and on our children."

Nueva Versión Internacional NVI

25 —¡Que su sangre caiga sobre nosotros y sobre nuestros hijos! —contestó todo el pueblo.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

25 Y respondiendo todo el pueblo, dijo: Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

25 Y respondiendo todo el pueblo, dijo: Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos.
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