1
Salmo 122 Cántico para los peregrinos que suben a Jerusalén. Salmo de David. Me alegré cuando me dijeron: «Vayamos a la casa del Señor ».
2
Y ahora, aquí estamos, de pie dentro de tus puertas, oh Jerusalén.
3
Jerusalén es una ciudad bien construida; sus murallas compactas son impenetrables.
4
Todas las tribus de Israel —que son el pueblo del Señor — peregrinan hasta aquí. Vienen a dar gracias al nombre del Señor , como la ley requiere de Israel.
5
Aquí están los tronos donde se emiten los juicios, los tronos de la dinastía de David.
6
Oren por la paz de Jerusalén; que todos los que aman a esta ciudad prosperen.
7
Oh Jerusalén, que haya paz dentro de tus murallas y prosperidad en tus palacios.
8
Por amor a mi familia y a mis amigos, diré: «Que tengas paz».
9
Por amor a la casa del Señor nuestro Dios, buscaré lo mejor para ti, oh Jerusalén.