4
Tú, amada mía, eres bella como Tirsá,encantadora como Jerusalén,majestuosa como las estrellas del cielo.
5
Aparta de mí la mirada,que tus ojos me tienen fascinado.Tus cabellos son como los rebaños de cabrasque retozan en Galaad.
6
Tus dientes son como rebaños de cabritasrecién salidas del baño.Cada una de ellas tiene su pareja,ninguna de ellas marcha sola.
7
Tus mejillas, tras el velo,parecen dos mitades de granadas.
8
Pueden ser sesenta las reinas,ochenta las concubinase innumerables las vírgenes,
9
pero una sola es mi palomita preciosa,la hija consentida de su madre,la favorita de quien le dio la vida.Las mujeres la ven y la bendicen;las reinas y las concubinas la alaban.
13
Vuelve, Sulamita, vuelve;vuélvete a nosotros,¡queremos contemplarte!¿Y por qué han de contemplar a la Sulamita,como en las danzas de los campamentos?