8 ¿Por qué les parece a ustedes increíble que Dios resucite a los muertos?
9 »Pues bien, yo mismo estaba convencido de que debía hacer todo lo posible por combatir el nombre de Jesús de Nazaret.
10 Eso es precisamente lo que hice en Jerusalén. Con la autoridad de los jefes de los sacerdotes metí en la cárcel a muchos de los santos, y cuando los mataban, yo manifestaba mi aprobación.
11 Muchas veces anduve de sinagoga en sinagoga castigándolos para obligarlos a blasfemar. Mi obsesión contra ellos me llevaba al extremo de perseguirlos incluso en ciudades del extranjero.
12 »En uno de esos viajes iba yo hacia Damasco con la autoridad y la comisión de los jefes de los sacerdotes.
13 A eso del mediodía, oh rey, mientras iba por el camino, vi una luz del cielo, más refulgente que el sol, que con su resplandor nos envolvió a mí y a mis acompañantes.
14 Todos caímos al suelo, y yo oí una voz que me decía en arameo:a “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? ¿Qué sacas con darte cabezazos contra la pared?”b
15 Entonces pregunté: “¿Quién eres, Señor?” “Yo soy Jesús, a quien tú persigues —me contestó el Señor—.
16 Ahora, ponte en pie y escúchame. Me he aparecido a ti con el fin de designarte siervo y testigo de lo que has visto de mí y de lo que te voy a revelar.
17 Te libraré de tu propio pueblo y de los gentiles. Te envío a estos
18 para que les abras los ojos y se conviertan de las tinieblas a la luz, y del poder de Satanás a Dios, a fin de que, por la fe en mí, reciban el perdón de los pecados y la herencia entre los santificados”.
19 »Así que, rey Agripa, no fui desobediente a esa visión celestial.
20 Al contrario, comenzando con los que estaban en Damasco, siguiendo con los que estaban en Jerusalén y en toda Judea, y luego con los gentiles, a todos les prediqué que se arrepintieran y se convirtieran a Dios, y que demostraran su arrepentimiento con sus buenas obras.
21 Solo por eso los judíos me prendieron en el templo y trataron de matarme.
22 Pero Dios me ha ayudado hasta hoy, y así me mantengo firme, testificando a grandes y pequeños. No he dicho sino lo que los profetas y Moisés ya dijeron que sucedería:
23 que el Cristo padecería y que, siendo el primero en resucitar, proclamaría la luz a su propio pueblo y a los gentiles.
24 Al llegar Pablo a este punto de su defensa, Festo interrumpió.—¡Estás loco, Pablo! —le gritó—. El mucho estudio te ha hecho perder la cabeza.
25 —No estoy loco, excelentísimo Festo —contestó Pablo—. Lo que digo es cierto y sensato.
26 El rey está familiarizado con estas cosas, y por eso hablo ante él con tanto atrevimiento. Estoy convencido de que nada de esto ignora, porque no sucedió en un rincón.
27 Rey Agripa, ¿cree usted en los profetas? ¡A mí me consta que sí!
28 —Un poco más y me convences a hacerme cristianoc —le dijo Agripa.

Otras traducciones de Hechos 26:8

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Hechos 26:8 ¿Por qué se considera increíble entre vosotros que Dios resucite a los muertos?

English Standard Version ESV

8 Why is it thought incredible by any of you that God raises the dead?

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

8 ¡Qué! ¿Se juzga cosa increíble entre vosotros que Dios resucite los muertos

King James Version KJV

8 Why should it be thought a thing incredible with you, that God should raise the dead?

New King James Version NKJV

Acts 26:8 Why should it be thought incredible by you that God raises the dead?

Nueva Traducción Viviente NTV

8 ¿Por qué les parece increíble a todos ustedes que Dios pueda resucitar a los muertos?

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

8 ¡Qué! ¿Júzgase cosa increíble entre vosotros que Dios resucite los muertos?

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

8 ¡Qué! ¿Se juzga cosa increíble entre vosotros que Dios resucite los muertos?
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