9
«Así dice el SEÑOR: “De esta misma manera destruiré el orgullo de Judá y el gran orgullo de Jerusalén.
10
Este pueblo malvado, que se niega a obedecerme, que sigue la terquedad de su corazón y va tras otros dioses para servirlos y adorarlos, será como este cinturón, que no sirve para nada.
11
Porque así como el cinturón se ajusta a la cintura del hombre, así procuré que todo el pueblo de Israel y toda la tribu de Judá se ajustaran a mí —afirma el SEÑOR— para que fueran mi pueblo y mi renombre, mi honor y mi gloria. ¡Pero no obedecieron!”
12
»Diles también lo siguiente: “Así dice el SEÑOR, el Dios de Israel: ‘Todo cántaro se llenará de vino’. Y si ellos te dicen: ‘¿Acaso no sabemos bien que todo cántaro se debe llenar de vino?’,
13
entonces les responderás que así dice el SEÑOR: ‘Voy a llenar de vino a todos los habitantes de este país: a los reyes que se sientan en el trono de David, a los sacerdotes y a todos los habitantes de Jerusalén.
14
Haré que se despedacen unos a otros, padres e hijos por igual. No les tendré piedad ni lástima, sino que los destruiré sin compasión’. Lo afirma el SEÑOR”».
15
¡Escúchenme, préstenme atención!¡No sean soberbios, que el SEÑOR mismo lo ha dicho!
16
Glorifiquen al SEÑOR su Dios,antes de que haga venir la oscuridady ustedes tropiecen contra los montes sombríos.Ustedes esperan la luz,pero él la cambiará en densas tinieblas;¡la convertirá en profunda oscuridad!
17
Pero si ustedes no obedecen,lloraré en secretopor causa de su orgullo;mis ojos llorarán amargamentey se desharán en lágrimas,porque el rebaño del SEÑORserá llevado al cautiverio.
18
Di al rey y a la reina madre:«¡Humíllense, siéntense en el suelo,que ya no ostentan sobre su cabezala corona de gloria!»
19
Las ciudades del Néguev están cerradas,y no hay quien abra sus puertas.Todo Judá se ha ido al destierro,exiliado en su totalidad.
20
Alcen los ojos y mirena los que vienen del norte.¿Dónde está el rebaño que te fue confiado,el rebaño que era tu orgullo?
21
¿Qué dirás cuando el SEÑOR te imponga como jefesa los que tú mismo enseñastea ser tus aliados predilectos?¿No tendrás dolorescomo de mujer de parto?
22
Y si preguntas:«¿Por qué me pasa esto?»,¡por tus muchos pecadoste han arrancado las faldasy te han violado!b
23
¿Puede el etíope cambiar de piel,o el leopardo quitarse sus manchas?¡Pues tampoco ustedes pueden hacer el bien,acostumbrados como están a hacer el mal!
24
«Los dispersaré como a la pajaque arrastra el viento del desierto.
25
Esto es lo que te ha tocado en suerte,¡la porción que he medido para ti!—afirma el SEÑOR—.Ya que me has olvidado,y has confiado en la mentira,
26
¡yo también te alzaré las faldashasta cubrirte el rostroy descubrir tus vergüenzas!
27
He visto tus adulterios,tus relinchos,tu vergonzosa prostitucióny tus abominaciones,en los campos y sobre las colinas.¡Ay de ti, Jerusalén!¿Hasta cuándo seguirás en tu impureza?»