La Biblia de las Américas (Español) BLA
Éxodo 5:3
Entonces ellos dijeron: El Dios de los hebreos nos ha salido al encuentro. Déjanos ir, te rogamos, camino de tres días al desierto para ofrecer sacrificios al SEÑOR nuestro Dios, no sea que venga sobre nosotros con pestilencia o con espada.
English Standard Version ESV
3
Then they said, "The God of the Hebrews has met with us. Please let us go a three days' journey into the wilderness that we may sacrifice to the LORD our God, lest he fall upon us with pestilence or with the sword."
King James Version KJV
3
And they said, The God of the Hebrews hath met with us: let us go, we pray thee, three days' journey into the desert, and sacrifice unto the LORD our God; lest he fall upon us with pestilence, or with the sword.
New King James Version NKJV
3
So they said, "The God of the Hebrews has met with us. Please, let us go three days' journey into the desert and sacrifice to the Lord our God, lest He fall upon us with pestilence or with the sword."
Nueva Traducción Viviente NTV
Éxodo 5:3
Pero Aarón y Moisés insistieron:
—El Dios de los hebreos nos ha visitado —declararon—. Por lo tanto, déjanos hacer un viaje de tres días al desierto a fin de ofrecer sacrificios al Señor
nuestro Dios. Si no lo hacemos, nos matará con una plaga o a filo de espada.
Nueva Versión Internacional NVI
3
—El Dios de los hebreos nos ha salido al encuentro —contestaron—. Así que debemos hacer un viaje de tres días, hasta el desierto, para ofrecer sacrificios al SEÑOR nuestro Dios. De lo contrario, podría castigarnos con plagas o matarnos a filo de espada.
La Biblia Reina-Valera (Español) RVR
3
Y ellos dijeron: El Dios de los Hebreos nos ha encontrado: iremos, pues, ahora camino de tres días por el desierto, y sacrificaremos á Jehová nuestro Dios; porque no venga sobre nosotros con pestilencia ó con espada.
Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV
3
Y ellos dijeron: El Dios de los hebreos nos ha encontrado; por tanto nosotros iremos ahora camino de tres días por el desierto, y sacrificaremos al SEÑOR nuestro Dios; para que no nos encuentre con pestilencia o con espada.