1Entonces Ana oró y dijo: Mi corazón se regocija en el SEÑOR, mi fortaleza en el SEÑOR se exalta; mi boca sin temor habla contra mis enemigos, por cuanto me regocijo en tu salvación.2No hay santo como el SEÑOR; en verdad, no hay otro fuera de ti, ni hay roca como nuestro Dios.3No os jactéis más con tanto orgullo, no salga la arrogancia de vuestra boca; porque el SEÑOR es Dios de sabiduría, y por El son pesadas las acciones.4Quebrados son los arcos de los fuertes, pero los débiles se ciñen de poder.5Los que estaban saciados se alquilan por pan, y dejan de tener hambre los que estaban hambrientos. Aun la estéril da a luz a siete, mas la que tiene muchos hijos languidece.6El SEÑOR da muerte y da vida; hace bajar al Seol y hace subir.7El SEÑOR empobrece y enriquece; humilla y también exalta.8Levanta del polvo al pobre, del muladar levanta al necesitado para hacerlos sentar con los príncipes, y heredar un sitio de honor; pues las columnas de la tierra son del SEÑOR, y sobre ellas ha colocado el mundo.9El guarda los pies de sus santos, mas los malvados son acallados en tinieblas, pues no por la fuerza ha de prevalecer el hombre.10Los que contienden con el SEÑOR serán quebrantados, El tronará desde los cielos contra ellos. El SEÑOR juzgará los confines de la tierra, a su rey dará fortaleza, y ensalzará el poder de su ungido.
39En esos días María se levantó y fue apresuradamente a la región montañosa, a una ciudad de Judá;40y entró en casa de Zacarías y saludó a Elisabet.41Y aconteció que cuando Elisabet oyó el saludo de María, la criatura saltó en su vientre; y Elisabet fue llena del Espíritu Santo,42y exclamó a gran voz y dijo: ¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre!43¿Por qué me ha acontecido esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí?44Porque he aquí, apenas la voz de tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de gozo en mi vientre.45Y bienaventurada la que creyó que tendrá cumplimiento lo que le fue dicho de parte del Señor.46Entonces María dijo: Mi alma engrandece al Señor,47y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador.48Porque ha mirado la humilde condición de esta su sierva; pues he aquí, desde ahora en adelante todas las generaciones me tendrán por bienaventurada.49Porque grandes cosas me ha hecho el Poderoso; y santo es su nombre.50Y DE GENERACION EN GENERACION ES SU MISERICORDIA PARA LOS QUE LE TEMEN.51Ha hecho proezas con su brazo; ha esparcido a los soberbios en el pensamiento de sus corazones.52Ha quitado a los poderosos de sus tronos; y ha exaltado a los humildes;53A LOS HAMBRIENTOS HA COLMADO DE BIENES y ha despedido a los ricos con las manos vacías.54Ha ayudado a Israel, su siervo, para recuerdo de su misericordia55tal como dijo a nuestros padres, a Abraham y a su descendencia para siempre.56Y María se quedó con Elisabet como tres meses, y después regresó a su casa.