7 Después el rey dijo al hombre de Dios:
—Ven al palacio conmigo, come algo y te daré un regalo.
8 Pero el hombre de Dios le dijo al rey:
—Aunque me dieras la mitad de todo lo que posees, no iría contigo. No comería ni bebería nada en este lugar,
9 porque el Señor
me ordenó: “No comas ni bebas nada mientras estés allí y no regreses a Judá por el mismo camino”.
10 Así que salió de Betel y volvió a su casa por otro camino.
11 Sucedió que había un profeta anciano que vivía en Betel y sus hijos
fueron a contarle lo que el hombre de Dios había hecho en Betel ese día. También le contaron a su padre lo que el hombre le había dicho al rey.
12 El profeta anciano les preguntó: «¿Por dónde se fue?». Así que ellos le mostraron a su padre
el camino que el hombre de Dios había tomado.
13 «¡Rápido, ensillen el burro!», les dijo el anciano. Enseguida le ensillaron el burro y se montó.
14 Entonces salió cabalgando en busca del hombre de Dios y lo encontró sentado debajo de un árbol grande. El profeta anciano le preguntó:
—¿Eres tú el hombre de Dios que vino de Judá?
—Sí, soy yo —le contestó.
15 Entonces le dijo al hombre de Dios:
—Acompáñame a mi casa y come algo.
16 —No, no puedo —respondió—. No se me permite comer ni beber nada en este lugar,
17 porque el Señor
me dio este mandato: “No comas ni bebas nada mientras estés allí y no regreses a Judá por el mismo camino”.
18 Sin embargo, el profeta anciano le dijo:
—Yo también soy profeta, como tú. Y un ángel me dio este mandato de parte del Señor
: “Llévalo a tu casa para que coma y beba algo”.
Pero el anciano le estaba mintiendo.
19 Así que regresaron juntos, y el hombre de Dios comió y bebió en la casa del profeta.
20 Mientras estaban sentados a la mesa, vino un mandato del Señor
al profeta anciano,
21 quien le gritó al hombre de Dios de Judá: «Esto dice el Señor
: “Has desafiado la palabra del Señor
y desobedecido el mandato que el Señor
tu Dios te dio.
22 Regresaste a este lugar para comer y beber donde él te dijo que no comieras ni bebieras. Por eso, tu cuerpo no será enterrado en la tumba de tus antepasados”».
23 Cuando el hombre de Dios terminó de comer y beber, el profeta anciano ensilló su propio burro y se lo dio,
24 y el hombre de Dios siguió su camino. Mientras viajaba, le salió al paso un león y lo mató. Su cuerpo quedó tirado en el camino, y tanto el burro como el león estaban junto al cadáver.
25 Unas personas que pasaban por allí, al ver el cuerpo tirado en el camino y al león parado junto a él, fueron a dar la noticia a Betel, donde vivía el profeta anciano.
26 Cuando el profeta oyó la noticia, dijo: «Es el hombre de Dios que desobedeció el mandato del Señor
. El Señor
cumplió su palabra al hacer que el león lo atacara y lo matara».
27 Luego el profeta dijo a sus hijos: «Ensíllenme un burro». Así que ellos ensillaron un burro

Otras traducciones de 1 Reyes 13:7

La Biblia de las Américas (Español) BLA

1 Reyes 13:7 Entonces el rey dijo al hombre de Dios: Ven conmigo a casa y refréscate, y te daré una recompensa.

English Standard Version ESV

7 And the king said to the man of God, "Come home with me, and refresh yourself, and I will give you a reward."

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

7 Y el rey dijo al varón de Dios: Ven conmigo a casa, y comerás, y yo te daré un don

King James Version KJV

7 And the king said unto the man of God, Come home with me, and refresh thyself, and I will give thee a reward.

New King James Version NKJV

1 Kings 13:7 Then the king said to the man of God, "Come home with me and refresh yourself, and I will give you a reward."

Nueva Versión Internacional NVI

7 Luego el rey le dijo al hombre de Dios:—Ven a casa conmigo, y come algo; además, quiero hacerte un regalo.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

7 Y el rey dijo al varón de Dios: Ven conmigo á casa, y comerás, y yo te daré un presente.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

7 Y el rey dijo al varón de Dios: Ven conmigo a casa, y comerás, y yo te daré un don.
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