8Por opresión y juicio fue quitado; y en cuanto a su generación, ¿quién tuvo en cuenta que El fuera cortado de la tierra de los vivientes por la transgresión de mi pueblo, a quien correspondía la herida?9Se dispuso con los impíos su sepultura, pero con el rico fue en su muerte, aunque no había hecho violencia, ni había engaño en su boca.10Pero quiso el SEÑOR quebrantarle, sometiéndole a padecimiento. Cuando El se entregue a sí mismo como ofrenda de expiación, verá a su descendencia, prolongará sus días, y la voluntad del SEÑOR en su mano prosperará.11Debido a la angustia de su alma, El lo verá y quedará satisfecho. Por su conocimiento, el Justo, mi Siervo, justificará a muchos, y cargará las iniquidades de ellos.12Por tanto, yo le daré parte con los grandes y con los fuertes repartirá despojos, porque derramó su alma hasta la muerte y con los transgresores fue contado, llevando El el pecado de muchos, e intercediendo por los transgresores.
20Y había unos griegos entre los que subían a adorar en la fiesta;21éstos, pues, fueron a Felipe, que era de Betsaida de Galilea, y le rogaban, diciendo: Señor, queremos ver a Jesús.22Felipe fue<***> y se lo dijo<***> a Andrés; Andrés y Felipe fueron<***> y se lo dijeron<***> a Jesús.23Jesús les respondió<***>, diciendo: Ha llegado la hora para que el Hijo del Hombre sea glorificado.24En verdad, en verdad os digo que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo; pero si muere, produce mucho fruto.25El que ama su vida la pierde; y el que aborrece su vida en este mundo, la conservará para vida eterna.26Si alguno me sirve, que me siga; y donde yo estoy, allí también estará mi servidor; si alguno me sirve, el Padre lo honrará.27Ahora mi alma se ha angustiado; y ¿qué diré: "Padre, sálvame de esta hora"? Pero para esto he llegado a esta hora.28Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una voz del cielo: Y le he glorificado, y de nuevo le glorificaré.29Por eso la multitud que estaba allí y la oyó, decía que había sido un trueno; otros decían: Un ángel le ha hablado.30Respondió Jesús y dijo: Esta voz no ha venido por causa mía, sino por causa de vosotros.31Ya está aquí el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera.32Y yo, si soy levantado de la tierra, atraeré a todos a mí mismo.33Pero El decía esto para indicar de qué clase de muerte iba a morir.
31Tomando aparte a los doce, Jesús les dijo: Mirad, subimos a Jerusalén, y se cumplirán todas las cosas que están escritas por medio de los profetas acerca del Hijo del Hombre.32Pues será entregado a los gentiles, y será objeto de burla, afrentado y escupido;33y después de azotarle, le matarán, y al tercer día resucitará.34Pero ellos no comprendieron nada de esto; este dicho les estaba encubierto, y no entendían lo que se les decía.