9
La heredad de los hijos de Simeón se tomó de la porción de los hijos de Judá, porque la porción de los hijos de Judá era demasiado grande para ellos; los hijos de Simeón recibieron, pues, heredad en medio de la heredad de Judá.
10
La tercera suerte tocó a los hijos de Zabulón conforme a sus familias. Y el territorio de su heredad llegaba hasta Sarid.
11
Y su límite subía hacia el occidente hasta Marala, tocaba a Dabeset y llegaba hasta el arroyo que está frente a Jocneam.
12
Luego doblaba desde Sarid al oriente hacia la salida del sol hasta el límite de Quislot-tabor, seguía hasta Daberat y subía hasta Jafía.
13
Y desde allí continuaba al oriente hacia la salida del sol hasta Gat-hefer a Ita-cazín, y seguía hasta Rimón rodeando a Nea.
14
Y por el lado norte el límite la rodeaba hasta Hanatón y terminaba en el valle del Jefte-el.
15
También estaban incluidas Catat, Naalal, Simrón, Idala y Belén; doce ciudades con sus aldeas.
16
Esta fue la heredad de los hijos de Zabulón conforme a sus familias; estas ciudades con sus aldeas.
17
La cuarta suerte tocó a Isacar, a los hijos de Isacar conforme a sus familias.
18
Y su territorio llegaba hasta Jezreel e incluía Quesulot, Sunem,
19
Hafaraim, Sihón, Anaharat,
20
Rabit, Quisión, Abez,
21
Remet, En-ganim, En-hada y Bet-pases.
22
Y el límite llegaba hasta Tabor, Sahazima y Bet-semes y terminaba en el Jordán; dieciséis ciudades con sus aldeas.
23
Esta fue la heredad de la tribu de los hijos de Isacar conforme a sus familias; estas ciudades con sus aldeas.
24
La quinta suerte tocó a la tribu de los hijos de Aser conforme a sus familias.
25
Y su territorio fue: Helcat, Halí, Betén, Acsaf,
26
Alamelec, Amad y Miseal; y al occidente llegaba hasta Carmelo y hasta Sihor-libnat.
27
Y doblaba hacia el oriente hasta Bet-dagón, y llegaba hasta Zabulón y hacia el norte al valle del Jefte-el hasta Bet-emec y Neiel; entonces continuaba hacia el norte hasta Cabul,
28
Hebrón, Rehob, Hamón y Caná, hasta la gran Sidón.
29
Y el límite doblaba hacia Ramá y la ciudad fortificada de Tiro; entonces el límite doblaba hacia Hosa y terminaba en el mar por la región de Aczib.
30
También estaban incluidas Uma, Afec y Rehob; veintidós ciudades con sus aldeas.
31
Esta fue la heredad de la tribu de los hijos de Aser conforme a sus familias, estas ciudades con sus aldeas.
32
La sexta suerte tocó a los hijos de Neftalí; a los hijos de Neftalí conforme a sus familias.
33
Y su límite era desde Helef, desde la encina de Saananim, Adami-neceb y Jabneel hasta Lacum; y terminaba en el Jordán.
34
Entonces el límite doblaba al occidente hacia Aznot-tabor, y de allí seguía a Hucoc; alcanzaba a Zabulón en el sur, tocaba a Aser en el occidente y a Judá en el Jordán hacia el oriente.
35
Y las ciudades fortificadas eran Sidim, Zer, Hamat, Racat, Cineret,
36
Adama, Ramá, Hazor,
37
Cedes, Edrei, En-hazor,
38
Irón, Migdal-el, Horem, Bet-anat y Bet-semes; diecinueve ciudades con sus aldeas.
39
Esta fue la heredad de la tribu de los hijos de Neftalí conforme a sus familias; estas ciudades con sus aldeas.
40
La séptima suerte tocó a la tribu de los hijos de Dan conforme a sus familias.
41
Y el territorio de su herencia fue: Zora, Estaol, Irsemes,
42
Saalabín, Ajalón, Jetla,
43
Elón, Timnat, Ecrón,
44
Elteque, Gibetón, Baalat,
45
Jehúd, Bene-berac, Gat-rimón,
46
Mejarcón y Racón, con el territorio junto a Jope.
47
Pero el territorio de los hijos de Dan continuaba más allá de éstas; porque los hijos de Dan subieron y lucharon contra Lesem y la capturaron. Y la hirieron a filo de espada, la poseyeron y se establecieron en ella; y a Lesem la llamaron Dan, según el nombre de Dan su padre.
48
Esta fue la heredad de la tribu de los hijos de Dan conforme a sus familias; estas ciudades con sus aldeas.
49
Cuando terminaron de repartir la tierra en heredad según sus límites, los hijos de Israel dieron heredad en medio de ellos a Josué, hijo de Nun.
50
De acuerdo con el mandato del SEÑOR le dieron la ciudad que él pidió, Timnat-sera, en la región montañosa de Efraín. Y él reconstruyó la ciudad y se estableció en ella.
51
Estas son las heredades que el sacerdote Eleazar, Josué, hijo de Nun, y los jefes de las casas de las tribus de los hijos de Israel repartieron por suertes en Silo, en presencia del SEÑOR, a la entrada de la tienda de reunión. Así terminaron de repartir la tierra.