1¿Hasta cuándo, oh SEÑOR? ¿Me olvidarás para siempre? ¿Hasta cuándo esconderás de mí tu rostro?2¿Hasta cuándo he de tomar consejo en mi alma, teniendo pesar en mi corazón todo el día? ¿Hasta cuándo mi enemigo se enaltecerá sobre mí?3Considera y respóndeme, oh SEÑOR, Dios mío; ilumina mis ojos, no sea que duerma el sueño de la muerte;4no sea que mi enemigo diga: Lo he vencido; y mis adversarios se regocijen cuando yo sea sacudido.5Mas yo en tu misericordia he confiado; mi corazón se regocijará en tu salvación.6Cantaré al SEÑOR, porque me ha colmado de bienes.
1El necio ha dicho en su corazón: No hay Dios. Se han corrompido, han cometido hechos abominables; no hay quien haga el bien.2El SEÑOR ha mirado desde los cielos sobre los hijos de los hombres para ver si hay alguno que entienda, alguno que busque a Dios.3Todos se han desviado, a una se han corrompido; no hay quien haga el bien, no hay ni siquiera uno.4¿No tienen conocimiento todos los que hacen iniquidad, que devoran a mi pueblo como si comieran pan, y no invocan al SEÑOR?5Allí tiemblan de espanto, pues Dios está con la generación justa.6Del consejo del afligido os burlaríais, pero el SEÑOR es su refugio.7¡Oh, si de Sion saliera la salvación de Israel! Cuando el SEÑOR restaure a su pueblo cautivo , se regocijará Jacob y se alegrará Israel.
1SEÑOR, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién morará en tu santo monte?2El que anda en integridad y obra justicia, que habla verdad en su corazón.3El que no calumnia con su lengua, no hace mal a su prójimo, ni toma reproche contra su amigo;4en cuyos ojos el perverso es menospreciado, pero honra a los que temen al SEÑOR; el que aun jurando en perjuicio propio, no cambia;5el que su dinero no da a interés , ni acepta soborno contra el inocente. El que hace estas cosas permanecerá firme.
1Protégeme, oh Dios, pues en ti me refugio.2Yo dije al SEÑOR: Tú eres mi Señor; ningún bien tengo fuera de ti.3En cuanto a los santos que están en la tierra, ellos son los nobles en quienes está toda mi delicia.4Se multiplicarán las aflicciones de aquellos que han corrido tras otro dios; no derramaré yo sus libaciones de sangre, ni sus nombres pronunciarán mis labios.5El SEÑOR es la porción de mi herencia y de mi copa; tú sustentas mi suerte.6Las cuerdas cayeron para mí en lugares agradables; en verdad mi herencia es hermosa para mí.7Bendeciré al SEÑOR que me aconseja; en verdad, en las noches mi corazón me instruye.8Al SEÑOR he puesto continuamente delante de mí; porque está a mi diestra, permaneceré firme.9Por tanto, mi corazón se alegra y mi alma se regocija; también mi carne morará segura,10pues tú no abandonarás mi alma en el Seol, ni permitirás a tu Santo ver corrupción .11Me darás a conocer la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; en tu diestra, deleites para siempre.