14 Entonces una mujer llamada Lidia, que vendía púrpura en la ciudad de Tiatira, temerosa de Dios, estaba oyendo; el corazón de la cual abrió el Señor para que estuviera atenta a lo que Pablo decía
15 Y cuando fue bautizada, con su casa, nos rogó, diciendo: Si habéis juzgado que yo sea fiel al Señor, entrad en mi casa, y posad; y nos constriñó
16 Y aconteció, que yendo nosotros a la oración, una muchacha que tenía espíritu pitónico, nos salió al encuentro, la cual daba grande ganancia a sus amos adivinando
17 Esta, siguiendo a Pablo y a nosotros, daba voces, diciendo: Estos hombres son siervos del Dios Alto, los cuales os anuncian el camino de salud
18 Y esto hacía por muchos días; mas desagradando esto a Pablo, se volvió y dijo al espíritu: Te mando en el Nombre de Jesús, el Cristo, que salgas de ella. Y salió en la misma hora
19 Y viendo sus amos que había salido la esperanza de su ganancia, prendieron a Pablo y a Silas, y los trajeron al foro, ante el magistrado
20 y presentándolos a los magistrados, dijeron: Estos hombres, siendo judíos, alborotan nuestra ciudad
21 y predican ritos, los cuales no nos es lícito recibir ni hacer, pues somos romanos
22 Y se agolpó el pueblo contra ellos; y los magistrados rompiéndoles sus ropas, les mandaron azotar con varas
23 Y después que los hirieron de muchos azotes, los echaron en la cárcel, mandando al carcelero que los guardara con diligencia
24 el cual, recibido este mandamiento, los metió en la cárcel de más adentro; y les apretó los pies en el cepo
25 Mas a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los que estaban presos los oían
26 Entonces fue hecho de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se movían; y luego todas las puertas se abrieron, y las prisiones de todos soltaron
27 Y despertado el carcelero, como vio abiertas las puertas de la cárcel, sacando la espada se quería matar, pensando que los presos habían huido
28 Entonces Pablo clamó a gran voz, diciendo: No te hagas ningún mal; que todos estamos aquí
29 El entonces pidiendo luz, entró dentro, y temblando, se derribó a los pies de Pablo y de Silas
30 y sacándolos fuera, les dice: Señores, ¿qué es necesario que yo haga para ser salvo
31 Y ellos dijeron: Cree en el Señor Jesús, el Cristo, y serás salvo tú, y tu casa
32 Y le hablaron la Palabra del Señor, y a todos los que estaban en su casa
33 Y tomándolos él en aquella misma hora de la noche, les lavó las heridas; y se bautizó luego él, y todos los suyos
34 Y llevándolos a su casa, les puso la mesa; y se gozó de que con toda su casa había creído a Dios

Otras traducciones de Hechos 16:14

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Hechos 16:14 Y estaba escuchando cierta mujer llamada Lidia, de la ciudad de Tiatira, vendedora de telas de púrpura, que adoraba a Dios; y el Señor abrió su corazón para que recibiera lo que Pablo decía.

English Standard Version ESV

14 One who heard us was a woman named Lydia, from the city of Thyatira, a seller of purple goods, who was a worshiper of God. The Lord opened her heart to pay attention to what was said by Paul.

King James Version KJV

14 And a certain woman named Lydia, a seller of purple, of the city of Thyatira, which worshipped God, heard us: whose heart the Lord opened, that she attended unto the things which were spoken of Paul.

New King James Version NKJV

14 Now a certain woman named Lydia heard us. She was a seller of purple from the city of Thyatira, who worshiped God. The Lord opened her heart to heed the things spoken by Paul.

Nueva Traducción Viviente NTV

Hechos 16:14 Una de ellas era Lidia, de la ciudad de Tiatira, una comerciante de tela púrpura muy costosa, quien adoraba a Dios. Mientras nos escuchaba, el Señor abrió su corazón y ella aceptó lo que Pablo decía.

Nueva Versión Internacional NVI

14 Una de ellas, que se llamaba Lidia, adoraba a Dios. Era de la ciudad de Tiatira y vendía telas de púrpura. Mientras escuchaba, el Señor le abrió el corazón para que respondiera al mensaje de Pablo.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

14 Entonces una mujer llamada Lidia, que vendía púrpura en la ciudad de Tiatira, temerosa de Dios, estaba oyendo; el corazón de la cual abrió el Señor para que estuviese atenta á lo que Pablo decía.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

14 Entonces una mujer llamada Lidia, que vendía púrpura en la ciudad de Tiatira, temerosa de Dios, estaba oyendo; el corazón de la cual abrió el Señor para que estuviese atenta a lo que Pablo decía.
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