38 Entonces Jesús, de nuevo profundamente conmovido en su interior, fue<***> al sepulcro. Era una cueva, y tenía una piedra puesta sobre ella.
39 Jesús dijo<***>: Quitad la piedra. Marta, hermana del que había muerto, le dijo<***>: Señor, ya hiede, porque hace cuatro días que murió.
40 Jesús le dijo<***>: ¿No te dije que si crees, verás la gloria de Dios?
41 Entonces quitaron la piedra. Jesús alzó los ojos a lo alto, y dijo: Padre, te doy gracias porque me has oído.
42 Yo sabía que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la multitud que me rodea, para que crean que tú me has enviado.
43 Habiendo dicho esto, gritó con fuerte voz: ¡Lázaro, ven fuera!
44 Y el que había muerto salió, los pies y las manos atados con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo<***>: Desatadlo, y dejadlo ir.
45 Por esto muchos de los judíos que habían venido a ver a María, y vieron lo que Jesús había hecho, creyeron en El.
46 Pero algunos de ellos fueron a los fariseos y les contaron lo que Jesús había hecho.
47 Entonces los principales sacerdotes y los fariseos convocaron un concilio, y decían: ¿Qué hacemos? Porque este hombre hace muchas señales.
48 Si le dejamos seguir así, todos van a creer en El, y los romanos vendrán y nos quitarán nuestro lugar y nuestra nación.
49 Pero uno de ellos, Caifás, que era sumo sacerdote ese año, les dijo: Vosotros no sabéis nada,
50 ni tenéis en cuenta que os es más conveniente que un hombre muera por el pueblo, y no que toda la nación perezca.
51 Ahora bien, no dijo esto de su propia iniciativa, sino que siendo el sumo sacerdote ese año, profetizó que Jesús iba a morir por la nación;
52 y no sólo por la nación, sino también para reunir en uno a los hijos de Dios que están esparcidos.
53 Así que, desde ese día planearon entre sí para matarle.
54 Por eso Jesús ya no andaba públicamente entre los judíos, sino que se fue de allí a la región cerca del desierto, a una ciudad llamada Efraín; y se quedó allí con los discípulos.
55 Y estaba cerca la Pascua de los judíos, y muchos de la región subieron a Jerusalén antes de la Pascua para purificarse.
56 Entonces buscaban a Jesús, y estando ellos en el templo, se decían unos a otros: ¿Qué os parece? ¿Que no vendrá a la fiesta?
57 Y los principales sacerdotes y los fariseos habían dado órdenes de que si alguien sabía dónde estaba Jesús, diera aviso para que le prendieran.

Otras traducciones de Juan 11:38

English Standard Version ESV

John 11:38 Then Jesus, deeply moved again, came to the tomb. It was a cave, and a stone lay against it.

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

38 Y Jesús, por eso, embraveciéndose otra vez en sí mismo, vino al sepulcro donde había una cueva, la cual tenía una piedra encima

King James Version KJV

38 Jesus therefore again groaning in himself cometh to the grave. It was a cave, and a stone lay upon it.

New King James Version NKJV

38 Then Jesus, again groaning in Himself, came to the tomb. It was a cave, and a stone lay against it.

Nueva Traducción Viviente NTV

Juan 11:38 Jesús todavía estaba enojado cuando llegó a la tumba, una cueva con una piedra que tapaba la entrada.

Nueva Versión Internacional NVI

38 Conmovido una vez más, Jesús se acercó al sepulcro. Era una cueva cuya entrada estaba tapada con una piedra.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

38 Y Jesús, conmoviéndose otra vez en sí mismo, vino al sepulcro. Era una cueva, la cual tenía una piedra encima.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

38 Y Jesús, por eso, embraveciéndose otra vez en sí mismo, vino al sepulcro donde había una cueva, la cual tenía una piedra encima.
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