12
Y volvió a enviar al tercero; mas ellos también a éste echaron herido
13
Entonces el señor de la viña dijo: ¿Qué haré? Enviaré mi hijo amado; quizás cuando a éste vieren, tendrán respeto
14
Mas los labradores, viéndole, pensaron entre sí, diciendo: Este es el heredero; venid, matémosle para que la heredad sea nuestra
15
Y le echaron fuera de la viña, y le mataron. ¿Qué pues, les hará el señor de la viña
16
Vendrá, y destruirá a estos labradores, y dará su viña a otros. Cuando ellos oyeron esto, dijeron: ¡Que no sea así
17
Pero él mirándolos, dice: ¿Qué pues es lo que está escrito: La piedra que condenaron los edificadores, ésta fue por cabeza de esquina
18
Cualquiera que cayere sobre aquella piedra, será quebrantado; mas sobre el que la piedra cayere, le desmenuzará
19
Y procuraban los príncipes de los sacerdotes y los escribas echarle mano en aquella hora, porque entendieron que contra ellos había dicho esta parábola; mas temieron al pueblo
20
Y acechándole enviaron espías que simularan ser justos, para sorprenderle en palabras, para que le entregaran al principado y a la potestad del gobernador
21
Los cuales le preguntaron, diciendo: Maestro, sabemos que dices y enseñas bien, y que no tienes respeto a persona; antes enseñas el camino de Dios con verdad
23
Mas él, entendiendo la astucia de ellos, les dijo: ¿Por qué me tentáis
24
Mostradme un denario. ¿De quién tiene la imagen y la inscripción? Y respondiendo dijeron: De César
25
Entonces les dijo: Pues dad a César lo que es de César; y lo que es de Dios, a Dios
26
Y no pudieron reprender sus palabras delante del pueblo; antes maravillados de su respuesta, callaron
27
Y llegaron unos de los saduceos, los cuales niegan haber resurrección, le preguntaron
28
diciendo: Maestro, Moisés nos escribió: Si el hermano de alguno muriere teniendo mujer, y muriere sin hijos, que su hermano tome la mujer, y levante simiente a su hermano
29
Fueron, pues, siete hermanos; y el primero tomó mujer, y murió sin hijos
30
Y la tomó el segundo, el cual también murió sin hijos
31
Y la tomó el tercero; asimismo también todos siete, y no dejaron simiente, y murieron
33
En la resurrección, pues, ¿mujer de cuál de ellos será? Porque los siete la tuvieron por mujer
34
Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Los hijos de este siglo se casan, y son dados en casamiento
35
mas los que son tenidos por dignos de aquel siglo y de la resurrección de los muertos, ni se casan, ni son dados en casamiento
36
porque no pueden ya más morir; porque son iguales a los ángeles; y son hijos de Dios, cuando son hijos de la resurrección
37
Y que los muertos hayan de resucitar, aun Moisés lo enseñó junto a la zarza, cuando llama al Señor, Dios de Abraham, y Dios de Isaac, y Dios de Jacob
38
Porque Dios no es Dios de muertos, sino de vivos, porque todos viven para él
39
Y respondiéndole unos de los escribas, dijeron: Maestro, bien has dicho