33 Y toma consigo a Pedro y a Jacobo y a Juan, y comenzó a atemorizarse, y a angustiarse.
34 Y les dice: Está muy triste mi alma, hasta la muerte; esperad aquí y velad.
35 Y yéndose un poco adelante, se postró en tierra, y oró, que si fuese posible, pasase de él aquella hora,
36 Y decía: Abba, Padre, todas las cosas son a ti posibles; traspasa de mí este vaso; mas no lo que yo quiero, sino lo que tú.
37 Y vino y los halló durmiendo; y dice a Pedro: ¿Simón, duermes? ¿No has podido velar una hora?
38 Velad y orad, no entréis en tentación; el espíritu a la verdad es presto, mas la carne enferma.
39 Y volviéndose a ir, oró, y dijo las mismas palabras.
40 Y vuelto, los halló otra vez durmiendo, porque los ojos de ellos estaban cargados; y no sabían qué responderle.
41 Y vino la tercera vez, y les dice: Dormid ya y descansad. Basta, la hora es venida; he aquí, el Hijo del hombre es entregado en manos de los pecadores.
42 Levantaos, vamos; he aquí, el que me entrega está cerca.
43 Y luego, aún hablando él, vino Judas, que era uno de los doce, y con él una multitud con espadas y palos, de parte de los príncipes de los sacerdotes, y de los escribas y de los ancianos.
44 Y el que le entregaba les había dado señal común, diciendo: Al que yo besare, aquel es: prendedle, y llevadle con seguridad.
45 Y como vino, se acercó luego a él, y le dijo: Maestro, Maestro. Y le besó.
46 Entonces ellos echaron en él sus manos, y le prendieron.
47 Y uno de los que estaban allí, sacando la espada, hirió al siervo del sumo sacerdote; y le cortó la oreja.
48 Y respondiendo Jesús, les dijo: ¿Cómo a ladrón habéis salido con espadas y con palos a tomarme?
49 Cada día estaba con vosotros enseñando en el Templo, y no me tomasteis; pero es así, para que se cumplan las Escrituras.
50 Entonces dejándole todos sus discípulos , huyeron.
51 Pero un joven le seguía cubierto de una sábana sobre el cuerpo desnudo; y los mancebos le prendieron;
52 mas él, dejando la sábana, huyó de ellos desnudo.
53 Y trajeron a Jesús al sumo sacerdote; y se juntaron a él todos los príncipes de los sacerdotes y los ancianos y los escribas.
54 Pero Pedro le siguió de lejos hasta dentro del patio del sumo sacerdote; y estaba sentado con los servidores, y calentándose al fuego.
55 Y los príncipes de los sacerdotes y todo el concilio buscaban algún testimonio contra Jesús, para entregarle a la muerte; pero no lo hallaban.
56 Porque muchos decían falso testimonio contra él; mas sus testimonios no concertaban.
57 Entonces levantándose unos, dieron falso testimonio contra él, diciendo:
58 Nosotros le hemos oído decir: Yo derribaré este Templo, que es hecho de manos, y en tres días edificaré otro hecho sin manos.
59 Mas ni aun así se concertaba el testimonio de ellos.
60 Entonces el sumo sacerdote, levantándose en medio, preguntó a Jesús, diciendo: ¿No respondes algo? ¿Qué atestiguan éstos contra ti?
61 Mas él callaba, y nada respondía. El sumo sacerdote le volvió a preguntar, y le dijo: ¿Eres tú el Cristo, el Hijo del Bendito?
62 Y Jesús le dijo: YO SOY; y veréis al Hijo del hombre sentado a la diestra de la Potencia de Dios , y viniendo en las nubes del cielo.
63 Entonces el sumo sacerdote, rasgando sus vestidos, dijo: ¿Qué más necesidad tenemos de testigos?
64 Habéis oído la blasfemia: ¿qué os parece? Y todos ellos le condenaron ser culpado de muerte.
65 Y algunos comenzaron a escupir en él, y cubrir su rostro, y a darle bofetadas, y decirle: Profetiza. Y los servidores le herían de bofetadas.
66 Y estando Pedro en el palacio abajo, vino una de las criadas del sumo sacerdote;
67 y cuando vio a Pedro que se calentaba, mirándole, dice: Y tú con Jesús el Nazareno estabas.
68 Mas él negó, diciendo: No lo conozco, ni sé lo que dices. Y se salió fuera a la entrada; y cantó el gallo.
69 Y la criada viéndole otra vez, comenzó a decir a los que estaban allí: Este es de ellos.
70 Mas él negó otra vez. Y poco después, los que estaban allí dijeron otra vez a Pedro: Verdaderamente eres de ellos; porque eres Galileo, y tu habla es semejante.
71 Y él comenzó a maldecir y a jurar: No conozco a este hombre de quien habláis.
72 Y el gallo cantó la segunda vez; y Pedro se acordó de las palabras que Jesús le había dicho: Antes que el gallo cante dos veces, me negarás tres veces. Y pensando en esto, lloraba.

Otras traducciones de Marcos 14:33

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Marcos 14:33 Y tomó<***> consigo a Pedro, a Jacobo y a Juan, y comenzó a afligirse y a angustiarse mucho.

English Standard Version ESV

33 And he took with him Peter and James and John, and began to be greatly distressed and troubled.

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

33 Y toma consigo a Pedro y a Jacobo y a Juan, y comenzó a atemorizarse, y a angustiarse

King James Version KJV

33 And he taketh with him Peter and James and John, and began to be sore amazed, and to be very heavy;

New King James Version NKJV

Mark 14:33 And He took Peter, James, and John with Him, and He began to be troubled and deeply distressed.

Nueva Traducción Viviente NTV

33 Se llevó a Pedro, a Santiago y a Juan y comenzó a afligirse y angustiarse profundamente.

Nueva Versión Internacional NVI

33 Se llevó a Pedro, a Jacobo y a Juan, y comenzó a sentir temor y tristeza.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

33 Y toma consigo á Pedro y á Jacobo y á Juan, y comenzó á atemorizarse, y á angustiarse.
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