2 Sabéis que dentro de dos días se hace la Pascua, y el Hijo del hombre es entregado para ser colgado en un madero
3 Entonces los príncipes de los sacerdotes, y los escribas, y los ancianos del pueblo se juntaron en el patio del sumo sacerdote, el cual se llamaba Caifás
4 Y tuvieron consejo para prender por engaño a Jesús, y matarle
5 Y decían: No en el día de fiesta, para que no se haga alboroto en el pueblo
6 Y estando Jesús en Betania, en casa de Simón el leproso
7 vino a él una mujer, teniendo un vaso de alabastro de ungüento de gran precio, y lo derramó sobre la cabeza de él, estando sentado a la mesa
8 Lo cual viendo sus discípulos, se enojaron, diciendo: ¿Por qué se pierde esto
9 Porque esto se podía vender por gran precio, y darse a los pobres
10 Y entendiéndolo Jesús, les dijo: ¿Por qué dais pena a esta mujer? Pues ha hecho conmigo buena obra
11 Porque siempre tienen pobres con vosotros, mas a mí no siempre me tendréis
12 Porque echando este ungüento sobre mi cuerpo, para sepultarme lo ha hecho
13 De cierto os digo, que dondequiera que este Evangelio fuere predicado en todo el mundo, también será dicho para memoria de ella, lo que ésta ha hecho
14 Entonces uno de los doce, que se llamaba Judas Iscariote, fue a los príncipes de los sacerdotes
15 y les dijo: ¿Qué me queréis dar, y yo os lo entregaré? Y ellos le señalaron treinta piezas de plata
16 Y desde entonces buscaba oportunidad para entregarle
17 Y el primer día de la fiesta de los panes sin levadura, vinieron los discípulos a Jesús, diciéndole: ¿Dónde quieres que aderecemos para ti para comer la Pascua
18 Y él dijo: Id a la ciudad a cierto hombre, y decidle: El Maestro dice: Mi tiempo está cerca; en tu casa haré la Pascua con mis discípulos
19 Y los discípulos hicieron como Jesús les mandó, y aderezaron la Pascua
20 Y como fue la tarde del día, se sentó a la mesa con los doce
21 Y comiendo ellos, dijo: De cierto os digo, que uno de vosotros me ha de entregar
22 Y entristecidos ellos en gran manera, comenzó cada uno de ellos a decirle: ¿Soy yo, Señor
23 Entonces él respondiendo, dijo: El que mete la mano conmigo en el plato, ese me ha de entregar
24 A la verdad el Hijo del hombre va, como está escrito de él, mas ¡ay de aquel hombre por quien el Hijo del hombre es entregado! Bueno le fuera al tal hombre no haber nacido
25 Entonces respondiendo Judas, que le entregaba, dijo: ¿Por ventura soy yo, Maestro? Le dice: Tú lo has dicho
26 Y comiendo ellos, tomó Jesús el pan, y habiendo dado gracias, lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed. Esto es mi cuerpo
27 Y tomando el vaso, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de él todos
28 porque esto es mi sangre del Nuevo Testamento, la cual es derramada por muchos para remisión de los pecados
29 Y os digo, que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día, cuando lo tengo que beber nuevo con vosotros en el Reino de mi Padre
30 Y habiendo cantado un himno, salieron al monte de las Olivas
31 Entonces Jesús les dice: Todos vosotros seréis escandalizados en mí esta noche; porque escrito está: Heriré al Pastor, y las ovejas de la manada serán dispersas
32 Mas después que haya resucitado, iré delante de vosotros a Galilea
33 Y respondiendo Pedro, le dijo: Aunque todos sean escandalizados en ti, yo nunca seré escandalizado
34 Jesús le dice: De cierto te digo que esta noche, antes que el gallo cante, me negarás tres veces
35 Le dice Pedro: Aunque me sea necesario morir contigo, no te negaré. Y todos los discípulos dijeron lo mismo
36 Entonces llegó Jesús con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dice a los discípulos: Sentaos aquí, hasta que vaya allí y ore
37 Y tomando a Pedro, y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse en gran manera
38 Entonces Jesús les dice: Mi alma está muy triste hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo
39 Y yéndose un poco más adelante, se postró sobre su rostro, orando, y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí este vaso; pero no como yo quiero, sino como tú
40 Y vino a sus discípulos, y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: ¿Así no habéis podido velar conmigo una hora
41 Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está presto, mas la carne débil
42 Otra vez fue, segunda vez, y oró diciendo: Padre mío, si no puede este vaso pasar de mí sin que yo lo beba, hágase tu voluntad
43 Y vino, y los halló otra vez durmiendo; porque los ojos de ellos estaban agravados
44 Y dejándolos se fue de nuevo, y oró por tercera vez, diciendo las mismas palabras
45 Entonces vino a sus discípulos y les dice: Dormid ya, y descansad; he aquí ha llegado la hora, y el Hijo del hombre es entregado en manos de pecadores
46 Levantaos, vamos; he aquí ha llegado el que me ha entregado
47 Y hablando aún él, he aquí Judas, uno de los doce, vino, y con él muchas personas con espadas y bastones, de parte de los príncipes de los sacerdotes, y de los ancianos del pueblo
48 Y el que le entregaba les había dado señal, diciendo: Al que yo besare, aquel es; prendedle
49 Y luego que llegó a Jesús, dijo: Hallas gozo, Maestro. Y le besó
50 Y Jesús le dijo: Amigo, ¿a qué vienes? Entonces llegaron, y echaron mano a Jesús, y le prendieron
51 Y he aquí, uno de los que estaban con Jesús, extendiendo la mano, sacó su espada, e hiriendo a un siervo del sumo sacerdote, le quitó una oreja
52 Entonces Jesús le dice: Vuelve tu espada a su lugar; porque todos los que tomaren espada, a espada perecerán
53 ¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y él me daría más de doce legiones de ángeles
54 ¿Cómo, pues, se cumplirían las Escrituras, de que así tiene que ser
55 En aquella hora dijo Jesús a la multitud: ¿Como a ladrón habéis salido con espadas y con bastones a prenderme? Cada día me sentaba con vosotros enseñando en el Templo, y no me prendisteis
56 Mas todo esto se hace, para que se cumplan las Escrituras de los profetas. Entonces todos los discípulos huyeron, dejándole
57 Y ellos, prendieron a Jesús, y le llevaron a Caifás sumo sacerdote, donde los escribas y los ancianos estaban juntos
58 Mas Pedro le seguía de lejos hasta el patio del sumo sacerdote; y entrando, estaba sentado con los criados, para ver el fin
59 Y los príncipes de los sacerdotes, y los ancianos, y todo el consejo, buscaban falso testimonio contra Jesús, para entregarle a la muerte
60 y no lo hallaron, aunque muchos testigos falsos se llegaban, aun no lo hallaron; mas a la postre vinieron dos testigos falsos
61 que dijeron: Este dijo: Puedo derribar el Templo de Dios, y en tres días reedificarlo
62 Y levantándose el sumo sacerdote, le dijo: ¿No respondes nada? ¿Qué testifican éstos contra ti

Otras traducciones de Mateo 26:2

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Mateo 26:2 Sabéis que dentro de dos días se celebra la Pascua, y el Hijo del Hombre será entregado para ser crucificado.

English Standard Version ESV

2 "You know that after two days the Passover is coming, and the Son of Man will be delivered up to be crucified."

King James Version KJV

2 Ye know that after two days is the feast of the passover, and the Son of man is betrayed to be crucified.

New King James Version NKJV

2 "You know that after two days is the Passover, and the Son of Man will be delivered up to be crucified."

Nueva Traducción Viviente NTV

Mateo 26:2 «Como ya saben, la Pascua comienza en dos días, y el Hijo del Hombre
será entregado para que lo crucifiquen».

Nueva Versión Internacional NVI

2 «Como ya saben, faltan dos días para la Pascua, y el Hijo del hombre será entregado para que lo crucifiquen».

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

2 Sabéis que dentro de dos días se hace la pascua, y el Hijo del hombre es entregado para ser crucificado.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

2 Sabéis que dentro de dos días se hace la Pascua, y el Hijo del hombre es entregado para ser colgado en un madero.
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