16
Y tenían entonces un preso famoso que se llamaba Barrabás
17
Y juntos ellos, les dijo Pilato: ¿Cuál queréis que os suelte? ¿A Barrabás o a Jesús que se dice Cristo
18
Porque sabía que por envidia le habían entregado
19
Y estando él sentado en el tribunal, su mujer envió a él, diciendo: No tengas que ver con aquel justo; porque hoy he padecido muchas cosas en sueños por causa de él
20
Mas los príncipes de los sacerdotes y los ancianos, persuadieron al pueblo que pidiera a Barrabás, y a Jesús matara
21
Y respondiendo el gobernador les dijo: ¿Cuál de los dos queréis que os suelte? Y ellos dijeron: a Barrabás
22
Pilato les dijo: ¿Qué pues haré de Jesús que se dice el Cristo? Le dicen todos: Sea colgado en un madero
23
Y el gobernador les dijo: Pues ¿qué mal ha hecho? Mas ellos gritaban más, diciendo: Sea colgado en un madero
24
Y viendo Pilato que nada adelantaba, antes se hacía más alboroto, tomando agua se lavó las manos delante del pueblo, diciendo: Inocente soy yo de la sangre de este justo; allá vosotros
25
Y respondiendo todo el pueblo, dijo: Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos
26
Entonces les soltó a Barrabás; y habiendo azotado a Jesús, le entregó para ser colgado en un madero
27
Entonces los soldados del gobernador llevaron a Jesús al pretorio, y juntaron a él toda la cuadrilla
28
y desnudándole, le echaron encima un manto de grana
29
y pusieron sobre su cabeza una corona tejida de espinas, y una caña en su mano derecha; e hincando la rodilla delante de él, le burlaban, diciendo: ¡Hallas gozo, rey de los Judíos
30
Y escupiendo en él, tomaban la caña, y le herían en su cabeza
31
Y después que le hubieron escarnecido, le desnudaron el manto, y le vistieron de sus vestidos, y le llevaron para colgarle en el madero
32
Y saliendo, hallaron a un cireneo, que se llamaba Simón; a éste obligaron para que llevara su madero
33
Y como llegaron al lugar que se llamaba Gólgota, que es dicho: El lugar de la calavera
34
le dieron a beber vinagre mezclado con hiel; y gustándolo, no quiso beberlo
35
Y después que le hubieron colgado del madero, repartieron sus vestidos, echando suertes, para que se cumpliera lo que fue dicho por el profeta: Se repartieron mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes
37
Y pusieron sobre su cabeza su causa escrita: ESTE ES JESÚS EL REY DE LOS JUDÍOS
38
Entonces colgaron en maderos con él dos ladrones, uno a la derecha, y otro a la izquierda
39
Y los que pasaban, le decían injurias, meneando sus cabezas
40
y diciendo: Tú, el que derribas el Templo, y en tres días lo reedificas, sálvate a ti mismo. Si eres Hijo de Dios, desciende del madero
41
De esta manera también los príncipes de los sacerdotes, escarneciéndole con los escribas y los ancianos, decían
42
A otros salvó, a sí mismo no se puede salvar; si es el Rey de Israel, descienda ahora del madero, y creeremos a él
43
Confió en Dios; líbrele ahora si le quiere; porque ha dicho: Soy Hijo de Dios
44
Lo mismo también le injuriaban los ladrones que estaban colgados en maderos con él
45
Y desde la hora sexta hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena
46
Y cerca de la hora novena, Jesús exclamó con gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado
47
Y algunos de los que estaban allí, oyéndolo, decían: A Elías llama éste
48
Y luego, corriendo uno de ellos, tomó una esponja, y la empapó de vinagre, y poniéndola en una caña, le daba de beber
49
Y los otros decían: Deja, veamos si viene Elías a librarle
50
Mas Jesús, habiendo otra vez exclamado con gran voz, dio el Espíritu
51
Y he aquí, el velo del Templo se rompió en dos, de alto a bajo; y la tierra tembló, y las piedras se hendieron
52
y se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían dormido, se levantaron
53
y salidos de los sepulcros, después de su resurrección, vinieron a la santa ciudad, y aparecieron a muchos
54
Y el centurión, y los que estaban con él guardando a Jesús, visto el terremoto, y las cosas que habían sido hechas, temieron en gran manera, diciendo: Verdaderamente Hijo de Dios era éste
55
Y estaban allí muchas mujeres mirando de lejos, las cuales habían seguido de Galilea a Jesús, sirviéndole
56
entre las cuales estaban María Magdalena, y María de Jacobo, y la madre de José, y la madre de los hijos de Zebedeo
Otras traducciones de Mateo 27:16
La Biblia de las Américas (Español) BLA
Mateo 27:16
Y tenían entonces un preso famoso, llamado Barrabás.
English Standard Version ESV
16
And they had then a notorious prisoner called Barabbas.
King James Version KJV
16
And they had then a notable prisoner, called Barabbas.
New King James Version NKJV
16
And at that time they had a notorious prisoner called Barabbas.
Nueva Traducción Viviente NTV
Mateo 27:16
Ese año, había un preso de mala fama, un hombre llamado Barrabás.
Nueva Versión Internacional NVI
16
Tenían un preso famoso llamado Barrabás.
La Biblia Reina-Valera (Español) RVR
16
Y tenían entonces un preso famoso que se llamaba Barrabás.
Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV
16
Y tenían entonces un preso famoso que se llamaba Barrabás.