2 Aúlla, oh haya, porque el cedro cayó, porque los magníficos son talados. Aullad, alcornoques de Basán, porque el fuerte monte es derribado.
3 Voz de aullido de pastores se oyó , porque su magnificencia es asolada; estruendo de bramidos de cachorros de leones, porque la soberbia del Jordán es destruida.
4 Así dijo el SEÑOR mi Dios: Apacienta las ovejas de la matanza;
5 a las cuales mataban sus compradores, y no se tenían por culpables; y el que las vendía, decía: Bendito sea el SEÑOR, porque he enriquecido; ni sus pastores tenían piedad de ellas.
6 Por tanto, no tendré piedad más de los moradores de la tierra, dice el SEÑOR; porque he aquí, yo entregaré los hombres, cada cual en mano de su compañero, y en mano de su rey; y quebrantarán la tierra, y yo no los libraré de sus manos.
7 Y apacentaré, pues, las ovejas de la matanza, es a saber, a los pobres del rebaño. Porque yo me tomé dos cayados; al uno puse por nombre Suavidad, y al otro Ligaduras; y apacenté las ovejas.
8 E hice matar tres pastores en un mes, y mi alma se angustió por ellos, y también el alma de ellos me aborreció a mí.
9 Y dije: No os apacentaré más ; la que muriere, muera; y la que se perdiere, se pierda; y las que quedaren, que cada una coma la carne de su compañera.
10 Y tomé mi cayado Suavidad, y lo quebré, para deshacer mi pacto que concerté con todos los pueblos.
11 Y fue deshecho en ese día, y así conocieron los pobres del rebaño que miran a mí, que era palabra del SEÑOR.
12 Y les dije: Si os parece bien, dadme mi salario; y si no, dejadlo. Y apreciaron mi salario en treinta piezas de plata.
13 Y me dijo el SEÑOR: Echalo al tesorero, hermoso precio con que me han apreciado. Y tomé las treinta piezas de plata, y las eché en la Casa del SEÑOR al tesorero.
14 Y quebré el otro mi cayado, Ligaduras, para romper la hermandad entre Judá e Israel.
15 Y me dijo el SEÑOR: Toma aún los aperos de un pastor loco;
16 porque he aquí, que yo levanto pastor en la tierra, que no visitará las perdidas, no buscará la pequeña, no curará la perniquebrada, ni llevará la cansada a cuestas; sino que se comerá la carne de la gruesa, y romperá sus uñas.
17 ¡Ay del pastor inútil, que abandona el ganado! Espada sobre su brazo, y sobre su ojo derecho; del todo se secará su brazo, y enteramente será su ojo derecho oscurecido.

Otras traducciones de Zacarías 11:2

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Zacarías 11:2 Gime, ciprés, porque ha caído el cedro, porque los árboles majestuosos han sido derribados; gemid, encinas de Basán, porque ha caído el bosque impenetrable.

English Standard Version ESV

2 Wail, O cypress, for the cedar has fallen, for the glorious trees are ruined! Wail, oaks of Bashan, for the thick forest has been felled!

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

2 Aúlla, oh haya, porque el cedro cayó, porque los magníficos son talados. Aullad, alcornoques de Basán, porque el fuerte monte es derribado

King James Version KJV

2 Howl, fir tree; for the cedar is fallen; because the mighty are spoiled: howl, O ye oaks of Bashan; for the forest of the vintage is come down.

New King James Version NKJV

Zechariah 11:2 Wail, O cypress, for the cedar has fallen, Because the mighty trees are ruined. Wail, O oaks of Bashan, For the thick forest has come down.

Nueva Traducción Viviente NTV

2 Lloren, ustedes cipreses, por todos los cedros arruinados;
han caído los más majestuosos.
Lloren, ustedes robles de Basán,
porque los tupidos bosques han sido talados.

Nueva Versión Internacional NVI

2 ¡Gime tú, ciprés, porque los cedros se han caídoy los majestuosos árboles se han derrumbado!¡Giman, robles de Basán!¡Los tupidos bosques han sido derribados!

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

2 Aulla, oh haya, porque el cedro cayó, porque los magníficos son talados. Aullad, alcornoques de Basán, porque el fuerte monte es derribado.
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