Los cristianos a menudo dicen “Dios es bueno”, luego del próximo suspiro agradecemos a Dios por su bondad en una situación en específico. Los escuché cuando la vida de un chico fue salvada. Y cuando una biopsia dio resultados negativos. Y cuando un trabajo fue recuperado. Y cuando un joven rebelde regresó a Dios.
Pero ¿Qué pasa cuando el chico “muere” o las pruebas de “cáncer” resultan ser positivas o se pierde el trabajo o el joven nunca regresa? ¿Es Dios bueno? ¿Podemos seguir siendo agradecidos con Dios?
Sí. Dios es bueno todo el tiempo, la Biblia lo dice. Dios no puede ser bueno en un momento y malo en el siguiente. Él no puede ser bueno en una situación y no en otra.
Una publicación de Facebook que leí hace poco me hizo reflexionar sobre esta verdad. El amigo de Facebook escribió “Dios es bueno” y luego detallo todo lo positivo que había ocurrido recientemente en su vida como la prueba.
Esto me perturbó. Pero luego entendí que yo también lo había hecho antes. He agradecido a Dios y he declarado su bondad cuando las cosas han salido de la forma que esperaba. Pero ¿ocurrió eso porque mis circunstancias eran sencillas? ¿Y qué pasa cuando las circunstancias son más complejas? ¿Debo agradecer a Dios solo cuando mi vida está libre de problemas y dificultades? ¿Es solo en ese momento que Dios es bueno?
La Biblia nos enseña que nuestras circunstancias no dictan o definen la bondad de Dios. El carácter de Dios dicta su bondad. Dios es bueno todo el tiempo. Por lo tanto, podemos vivir con una actitud de agradecimiento constante sin importar nuestras circunstancias.
Dios es bueno todo el tiempo
Acá hay algunos hechos de la escritura que nos ayudan a desarrollar un entendimiento correcto de la bondad de Dios:
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El deseo de Dios por nuestras vidas es bueno (Romanos 12:2). A veces –de hecho, muy a menudo—su deseo incluye pruebas y dificultades que usa para nuestra mejoría.
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En todas las cosas, en todas las circunstancias, nuestro Dios bondadoso obra para nuestro bien. “Y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto es, para los que son llamados conforme a su propósito.” (Romanos 8:28)
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El aseguramiento de la bondad de Dios nos permite “agradecer en todas las circunstancias” (1 Tesalonicenses 5:18) y a declarar que en los momentos fáciles y complicados “¡Dios es Bueno!”
Viviendo la verdad de la bondad de Dios
Ya que Dios es bueno todo el tiempo, sin importar nuestras circunstancias, permitamos que esa verdad impacte en nuestras vidas diarias y la forma en la que hablamos y nos relacionamos con otros. Acá hay algunas sugerencias:
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Recuerda que Dios es bueno todo el tiempo. No solo cuando las cosas no salen de la forma que queríamos.
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Agradece a Dios por Su bondad en cada situación.
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Sé sensible con aquellos a nuestro alrededor que enfrentan circunstancias dolorosas y complicadas.
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Declara su bondad en cada circunstancia, particularmente en los tiempos duros.
Cambiar nuestro entendimiento sobre la bondad de Dios puede cambiar la forma en la que nos aproximamos a cada circunstancia de la vida y a cada persona que nos encontramos. Dios es bueno todo el tiempo.
¿Por qué deberíamos ser agradecidos?
Varias palabras hebreas y griegas son traducidas como “gracias” y “agradecimiento” en la Biblia. Sin embargo, todas reflejan la verdad de que nuestro buen Dios merece la gratitud y alabanza de su pueblo. El agradecimiento es la respuesta apropiada a Dios y a Su gracia en nuestras vidas.
Dios quiere nuestro agradecimiento y nos manda a ser agradecidos. Él no necesita nada más de nosotros, pero espera que respondamos a quien es y lo que hace con nuestra gratitud.
“¿Acaso he de comer carne de toros, o beber sangre de machos cabríos? Ofrece a Dios sacrificio de acción de gracias, y cumple tus votos al Altísimo; e invócame en el día de la angustia; yo te libraré, y tú me honrarás.” (Salmos 50:13-15)
No merecemos nada, incluso así, Dios provee. No merecemos perdón o salvación, incluso así Dios nos la da. Cada cosa buena en nuestras vidas es un acto de gracia de nuestro Padre celestial misericordioso. Incluso la fortaleza y resistencia en los momentos duros son un don de gracia de Dios.
Agradecer a Dios por su piedad y amabilidad es una bendición y un privilegio. Cambia nuestra actitud y nos hace ser más conscientes de la actividad de Dios en nuestras vidas. Nos humilla y nos permite ver cuán verdadero es nuestro gran Dios.
¿Debemos agradecer a Dios cuando los tiempos son difíciles?
El apóstol Pablo nos enseñó cómo agradecer a Dios a pesar de nuestras circunstancias. Pruebas, dificultades y persecuciones llenaron la vida de Pablo, aun así, él practicaba el agradecimiento con propósito. Él pedía a la iglesia tener una actitud constante de gratitud incluso cuando los tiempos fueran de dificultad. Por ejemplo, cuando la iglesia en Tesalónica, sufrió de persecución, Pablo escribió:
“Estad siempre gozosos; orad sin cesar; dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para vosotros en Cristo Jesús.” (1 Tesalonicenses 5:16-18)
Y desde la prisión en Roma, Pablo motivo a los filipenses:
“Por nada estéis afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestras mentes en Cristo Jesús.” (Filipenses 4:6-7)
Pablo sabía que incluso cuando nuestras circunstancias físicas sean malas, Dios está presente y Dios obra por nuestro bien y Su gloria. Enfocarte en agradecer con propósito abre la puerta a la alegría y paz, incluso en el medio del dolor y las luchas.
4 Razones para agradecer a Dios en tiempos turbios
Incluso si nos encontramos en medio de alguna prueba, dificultad o dolor ahora mismo podemos agradecer al Señor por quién es y lo que ha hecho con nosotros.
El escritor del Salmo 118 pone el ejemplo para nosotros. Él conocía los problemas, su vida no había sido sencilla. Él había sido traicionado y atacado. Y había caído preso en una situación desesperante y peligrosa sin salida alguna.
Peor en medio de esas pruebas, él también experimentó la intervención personal de Dios en su representación. En Salmos 118:8-14, el salmista testifica la liberación de Dios y expresa su gratitud. En este pasaje, encontramos múltiples razones para agradecer a Dios cuando nos enfrentamos a momentos turbios:
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Dios es nuestro refugio – Cuando las tormentas nos azotan, podemos encontrar siempre seguridad en la presencia de Dios. Él es nuestro escudo ne la tormenta. “Dios es nuestro refugio y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.” (Salmos 46:1). Otras personas quizás no confíen por completo. Pero siempre se puede confiar en Dios. Otras personas quizás no dependan siempre, pero podemos depender de Dios en cualquier situación. Como el salmista, cuando estemos en medio de los problemas, agradezcamos a Dios porque es nuestro refugio. Cuando nos escondamos en Él, Él será nuestro refugio.
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Dios es nuestro protector – Cuando las personas y las circunstancias nos contrarían, no tenemos que preocuparnos o preguntarnos acerca de la victoria. El mismo Dios va con Su gente y lucha por ellos (Deuteronomio 30:3-4). Cuando el salmista fue rodeado por sus enemigos, la victoria venía a través del nombre del Señor. ¿Te sientes azotado por los enemigos? Llama el nombre del Señor. Agradécele que es tu protector.
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Dios es nuestra fortaleza – “El Señor es mi fortaleza y mi canción, y ha sido para mí salvación” (Salmos 118:14). ¡Dios salva! Él nos liberará de los problemas con la fortaleza de su poder. Él es nuestra razón para cantar, así que cantemos una canción de alabanza y agradecimiento al Dios que es nuestra fortaleza.
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¡Dios es bueno todo el tiempo! – Y porque Dios es bueno, está obrando en nuestras circunstancias para nuestro bien y para su gloria.
Nuestro buen Dios es nuestro refugio, nuestro protector y nuestra fortaleza. Si no podemos mencionar bendiciones en nuestra vida hoy, podemos agradecerle a Dios por eso. Así que, agradezcámosle hoy, especialmente en medio de los problemas.
Una antigua “cristiana cultural”, que enseña la biblia, Kathy Howard ahora vive con una fe inquebrantable por la vida y motiva a otras mujeres a abrazar la fe auténtica y real. Kathy es la autora de 8 libros, incluyendo “30 días de esperanza cuando cuidamos a nuestros padres ancianos”. Encuentra motivación espiritual y ayuda de discipulado gratis en su sitio web.