Resumen de Ezequiel 5: "Tú, hijo de hombre, toma ahora una espada afilada, y úsala como navaja de afeitar para raparte la cabeza y afeitarte la barba". "Esta es la ciudad de Jerusalén. Yo la coloqué en medio de las naciones y de los territorios a su alrededor. Pero ella se rebeló contra mis leyes y decretos". "Por lo tanto yo, el SEÑOR omnipotente, declaro: Estoy contra ti, Jerusalén, y te voy a castigar a la vista de todas las naciones".