El capítulo 6 de Génesis cuenta que el mundo se había descarriado y corrompido debido a la creciente maldad y avaricia de los humanos conforme se fueron multiplicando en números. Al ver tanta maldad Dios se entristeció en gran manera se arrepintió de haber creado al hombre por lo que decidió que borraría a todo ser viviente sobre la faz de la tierra. Pero Dios encontró contentamiento con Noé quien fuera el único hombre bueno e intachable de aquella época y al ver su obediencia, Dios le dice a Noé que construya una barca (el arca de Noé) para que él y su familia sean salvos del diluvio que Dios mandaría sobre la tierra para borrar la maldad del hombre.