Resumen de Jeremías 24: Dos canastas de higos, "ntonces el SEÑOR me preguntó: «¿Qué ves, Jeremías?» Yo respondí: «Veo higos. Unos están muy buenos, pero otros están tan malos que no se pueden comer»". "Así dice el SEÑOR, el Dios de Israel: “A los deportados de Judá, que envié de este lugar al país de los babilonios, los consideraré como a estos higos buenos... Les daré un corazón que me conozca, porque yo soy el SEÑOR". "Pero a Sedequías, rey de Judá, y a sus jefes y a los sobrevivientes de Jerusalén... os trataré como a los higos malos, que de tan malos no se pueden comer —afirma el SEÑOR—".