Resumen de 1 Samuel 26: David le perdona nuvamente la vida a Saúl, "—¡No lo mates! —exclamó David—. ¿Quién puede impunemente alzar la mano contra el ungido del SEÑOR? Y añadió:—Tan cierto como que el SEÑOR vive, que él mismo lo herirá. O le llegará la hora de morir, o caerá en batalla". "¡Bendito seas, David, hijo mío! —respondió Saúl—. Tú harás grandes cosas, y en todo triunfarás.Luego David siguió su camino, y Saúl regresó a su palacio".