Resumen de Romanos 6: Muertos al pecado, vivos en Cristo, "Por tanto, mediante el bautismo fuimos sepultados con él en su muerte, a fin de que, así como Cristo resucitó por el poder del Padre, también nosotros llevemos una vida nueva". Por lo tanto Pablo advierte que debemos considerarnos muertos al pecado y vivos en la pureza y santidad que tenemos en Dios. "De la misma manera, también ustedes considérense muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús".