11 Porque siempre tienen pobres con vosotros, mas a mí no siempre me tendréis.
12 Porque echando este ungüento sobre mi cuerpo, para sepultarme lo ha hecho.
13 De cierto os digo, que dondequiera que este Evangelio fuere predicado en todo el mundo, también será dicho para memoria de ella, lo que ésta ha hecho.
14 Entonces uno de los doce, que se llamaba Judas Iscariote, fue a los príncipes de los sacerdotes,
15 y les dijo: ¿Qué me queréis dar, y yo os lo entregaré? Y ellos le señalaron treinta piezas de plata.
16 Y desde entonces buscaba oportunidad para entregarle.
17 Y el primer día de la fiesta de los panes sin levadura, vinieron los discípulos a Jesús, diciéndole: ¿Dónde quieres que aderecemos para ti para comer la Pascua?
18 Y él dijo: Id a la ciudad a cierto hombre, y decidle: El Maestro dice: Mi tiempo está cerca; en tu casa haré la Pascua con mis discípulos.
19 Y los discípulos hicieron como Jesús les mandó, y aderezaron la Pascua.
20 Y como fue la tarde del día, se sentó a la mesa con los doce.
21 Y comiendo ellos, dijo: De cierto os digo, que uno de vosotros me ha de entregar.
22 Y entristecidos ellos en gran manera, comenzó cada uno de ellos a decirle: ¿Soy yo, Señor?
23 Entonces él respondiendo, dijo: El que mete la mano conmigo en el plato, ese me ha de entregar.
24 A la verdad el Hijo del hombre va, como está escrito de él, mas ¡ay de aquel hombre por quien el Hijo del hombre es entregado! Bueno le fuera al tal hombre no haber nacido.
25 Entonces respondiendo Judas, que le entregaba, dijo: ¿Por ventura soy yo, Maestro? Le dice: Tú lo has dicho.
26 Y comiendo ellos, tomó Jesús el pan, y habiendo dado gracias, lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed. Esto es mi cuerpo.
27 Y tomando el vaso, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de él todos;
28 porque esto es mi sangre del Nuevo Testamento, la cual es derramada por muchos para remisión de los pecados.
29 Y os digo, que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día, cuando lo tengo que beber nuevo con vosotros en el Reino de mi Padre.
30 Y habiendo cantado un himno, salieron al monte de las Olivas.
31 Entonces Jesús les dice: Todos vosotros seréis escandalizados en mí esta noche; porque escrito está: Heriré al Pastor, y las ovejas de la manada serán dispersas.
32 Mas después que haya resucitado, iré delante de vosotros a Galilea.
33 Y respondiendo Pedro, le dijo: Aunque todos sean escandalizados en ti, yo nunca seré escandalizado.
34 Jesús le dice: De cierto te digo que esta noche, antes que el gallo cante, me negarás tres veces.
35 Le dice Pedro: Aunque me sea necesario morir contigo, no te negaré. Y todos los discípulos dijeron lo mismo.
36 Entonces llegó Jesús con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dice a los discípulos: Sentaos aquí, hasta que vaya allí y ore.
37 Y tomando a Pedro, y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse en gran manera.
38 Entonces Jesús les dice: Mi alma está muy triste hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo.
39 Y yéndose un poco más adelante, se postró sobre su rostro, orando, y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí este vaso; pero no como yo quiero, sino como tú.
40 Y vino a sus discípulos, y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: ¿Así no habéis podido velar conmigo una hora?
41 Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está presto, mas la carne debil.
42 Otra vez fue, segunda vez, y oró diciendo: Padre mío, si no puede este vaso pasar de mí sin que yo lo beba, hágase tu voluntad.
43 Y vino, y los halló otra vez durmiendo; porque los ojos de ellos estaban agravados.
44 Y dejándolos se fue de nuevo, y oró tercera vez, diciendo las mismas palabras.
45 Entonces vino a sus discípulos y les dice: Dormid ya, y descansad; he aquí ha llegado la hora, y el Hijo del hombre es entregado en manos de pecadores.
46 Levantaos, vamos; he aquí ha llegado el que me ha entregado.
47 Y hablando aún él, he aquí Judas, uno de los doce, vino, y con él muchas personas con espadas y bastones, de parte de los príncipes de los sacerdotes, y de los ancianos del pueblo.
48 Y el que le entregaba les había dado señal, diciendo: Al que yo besare, aquel es; prendedle.
49 Y luego que llegó a Jesús, dijo: Hallas gozo, Maestro. Y le besó.
50 Y Jesús le dijo: Amigo, ¿a qué vienes? Entonces llegaron, y echaron mano a Jesús, y le prendieron.
51 Y he aquí, uno de los que estaban con Jesús, extendiendo la mano, sacó su espada, e hiriendo a un siervo del sumo sacerdote, le quitó una oreja.

Otras traducciones de Mateo 26:11

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Mateo 26:11 Porque a los pobres siempre los tendréis con vosotros, pero a mí no siempre me tendréis.

English Standard Version ESV

11 For you always have the poor with you, but you will not always have me.

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

11 Porque siempre tienen pobres con vosotros, mas a mí no siempre me tendréis

King James Version KJV

11 For ye have the poor always with you; but me ye have not always.

New King James Version NKJV

Matthew 26:11 For you have the poor with you always, but Me you do not have always.

Nueva Traducción Viviente NTV

11 Siempre habrá pobres entre ustedes, pero a mí no siempre me tendrán.

Nueva Versión Internacional NVI

11 A los pobres siempre los tendrán con ustedes, pero a mí no me van a tener siempre.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

11 Porque siempre tendréis pobres con vosotros, mas á mí no siempre me tendréis.
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