Title: Madres que oran
De la Palabra de Dios: “La oración ferviente de una persona justa tiene mucho poder y da resultados maravillosos” (Santiago 5:16b).
Hace un tiempo leí un libro que, además de gustarme mucho, me hizo pensar. Se llama “El hacedor de círculos” de Mark Batterson. Te lo recomiendo.
Ahora bien, ¿qué fue lo que más me impactó? Pues la manera de orar por mis hijos. No voy a contarte el libro porque es mucho mejor que lo leas por ti misma pero sí quiero compartir hoy algunos pasajes bíblicos que he comenzado a usar cuando oro por ellos y que quizá quieras hacer tuyos también. Además te animo a que, como enseña Batterson en su libro, le pidas a Dios que te dé promesas específicas para orar por tus hijos.
La verdad es, mi querida lectora, que podemos instruir a nuestros hijos, enseñarles el buen camino de la Palabra de Dios, predicar con nuestro ejemplo, e incluso llevarlos a la iglesia pero al final la decisión de qué rumbo escogerán está en sus manos. SIN EMBARGO, como madres, abuelas, tías, {y los padres, abuelos y tíos también}, tenemos la misión de pararnos en la brecha e interceder constantemente por ellos. En los lugares celestes se libra una batalla cada día por las almas de estos niños y jóvenes. Los medios de comunicación los bombardean con todo tipo de ideas y principios que son cualquier cosa menos aquellos que están alineados con la Palabra de Dios. Y el mundo les vende un diseño de vida que dista mucho del diseño original que el Creador, nuestro Señor, tiene para ellos. Podemos hasta cierto punto controlar la influencia de estos, pero no podemos meternos debajo de una concha y vivir ahí para siempre. Ellos volarán un día, vivirán su propia vida como nosotros y es por eso que el orar por ellos juega un papel crucial, siempre.
Cuando nuestra labor de instructoras y guía termine {al menos en los años en que estén bajo nuestras alas}, la función de intercesoras seguirá. Hoy puedo testificar que las oraciones de mi abuela, mi madre y mis mentores espirituales han sido un baluarte y un escudo para mí. ¡Cuánto lo agradezco!
Por eso desde hace días tengo el deseo de compartir esto contigo. En lugar de temer ante el futuro, en lugar de suspirar por lo “terrible del mundo que les ha tocado”, convirtámonos en guerreras a favor de sus vidas y entendamos que del resto tiene que encargarse Dios.
¿Lista entonces? Aquí vamos.
Por su crecimiento físico, intelectual, por sabiduría y favor.
“el niño crecía sano y fuerte. Estaba lleno de sabiduría, y el favor de Dios estaba sobre él”, Lucas 2:40
Por el cumplimiento del plan y propósito de Dios en sus vidas.
“El Señor llevará a cabo los planes que tiene para mi vida, pues tu fiel amor, oh SEñOR, permanece para siempre. No me abandones, porque tú me creaste.” Salmos 138:8
Para que sus vidas glorifiquen a Dios.
“Ellos, en su justicia, serán como grandes robles que el Señor ha plantado para su propia gloria.”Isaías 61:3
Que obedezcan a Dios y su Palabra
“Procura que nunca se aparte de tus labios este libro de la ley. Medita en él de día y de noche, para que actúes de acuerdo con todo lo que está escrito en él. Así harás que prospere tu camino, y todo te saldrá bien.” Josué 1:8
Que vivan su juventud para Cristo.
“No dejes que la emoción de la juventud te lleve a olvidarte de tu Creador. Hónralo mientras seas joven, antes de que te pongas viejo y digas: «La vida ya no es agradable».” Eclesiastés 12:1
Que honren a Dios con sus cuerpos y huyan de toda inmoralidad sexual.
“Porque Dios los compró a un alto precio. Por lo tanto, honren a Dios con su cuerpo.” 1 Corintios 6:20
Que sean un ejemplo para su generación
“No permitas que nadie te subestime por ser joven. Sé un ejemplo para todos los creyentes en lo que dices, en la forma en que vives, en tu amor, tu fe y tu pureza.” 1 Timoteo 4:12
Que siempre la bendición de Dios sobreabunde en su vida
“Toda la alabanza sea para Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien nos ha bendecido con toda clase de bendiciones espirituales en los lugares celestiales, porque estamos unidos a Cristo.” Efesios 1:3
Todavía me queda mucho camino para andar en la tarea de madre pero estoy convencida de que lo mejor que puedo hacer por mis hijos es ser una madre que ora por ellos. Y oro para que despierte una generación de madres intercesoras que peleen por las vidas de sus hijos. ¡Somos llamadas a ser valientes! Esa es la manera en que Dios lo diseñó.
Wendy
Para aprender más sobre el diseño divino de Dios, te invito a visitarme en wendybello.com
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