La oración de un corazón inseguro
De la Palabra de Dios:“¡El Señor Soberano es mi fuerza! Él me da pie firme como al venado, capaz de pisar sobre las alturas” (Habacuc 3:19).
La inseguridad, ¡podríamos llenar páginas, libros, sobre el tema! La inseguridad es el denominador común en gran parte de los problemas que enfrentamos las mujeres, aunque a veces ni cuenta nos damos.
Así que decidí explorar cómo orar con la Biblia cuando la inseguridad nos amenaza y se alza como un gigante burlón e imponente que nos deja paralizadas.
Pero primero, definamos un poco las cosas. Inseguridad básicamente es no tener clara nuestra identidad, nuestro valor. Inseguridad es dudar de lo que somos porque al medirnos con otros nos parece que siempre nos quedamos por debajo. La inseguridad es aquello que te lleva a no estar satisfecha con lo que eres ni con lo que tienes. Te hace creer que necesitas tener más o ser más y te quita la alegría de disfrutar tu vida y tus bendiciones. La inseguridad incluso te impide tener relaciones saludables.
Y aunque no pretendo decir que con solo una oración podemos vencer este mal tan expandido y profundamente arraigado, sí creo que cuando atacamos los motivos de nuestra inseguridad con las verdades de la Palabra de Dios, y las usamos al orar, poco a poco nuestra mente irá reemplazando las mentiras que nos han hecho mujeres inseguras.
Esto que te comparto no es exclusivo, tú misma puedes pensar en otras afirmaciones de la inseguridad y buscar respuestas bíblicas.
¿Lista?
Cuando la inseguridad te diga: “tú no puedes”, le responderás: “Sí puedo, todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. Filipenses 4:13
Cuando la inseguridad te diga: “Eres demasiado débil para enfrentar esta situación”, tú le contestarás: “Yo soy débil, sí, pero el poder de Dios se perfecciona en mi debilidad y él me prometió ser mi fortaleza”. 2 Corintios 12:9, Isaías 40:29
Cuando la inseguridad te diga: “Después de este fracaso, no hay más oportunidad”, tú le dirás: “Un fracaso no significa que perdí la guerra, solo una batalla. Jesús me dice que él ha vencido al mundo, que confíe en él y que la obra que él comenzó en mí la perfeccionará hasta el final.” Juan 16:33, Filipenses 1:6
Cuando la inseguridad te diga: “No eres suficiente”, tú le responderás: “Mi Dios es suficiente, él es el principio y el fin, él es el todo en todos. Eso me basta.” Apocalipsis 22:13, Colosenses 1:18
Si la inseguridad te susurra: “Como no tienes nada, no tienes valor”, tú le recordarás: “Pertenezco a una familia real, soy miembro del pueblo de Dios y valiosa para él, al punto de que pagó un precio inigualable por mí al enviar a Jesucristo para que muriera en mi lugar. ¡Soy valiosa!” 1 Pedro 2:9, 1 Pedro 1:18-19
Cuando la inseguridad te diga: “No eres lo suficientemente hermosa”, recuérdale que fuiste hecha a imagen de Dios, llevas su sello y tu belleza va más allá de los estándares de este mundo. Génesis 1:27, Isaías 43:4
Si la inseguridad te hace creer “tú no eres inteligente”, tú le dirás: “Tengo a mi disposición la sabiduría de Dios”, Santiago 1:5.
Si la inseguridad te dice “no tienes capacidad para esto o aquello por mucho que intentes”, tú le dirás: “Me esforzaré porque el Señor me ha prometido su ayuda y él me capacitará como lo hizo con Moisés, con Gedeón, con Pedro y tantos otros”, Isaías 41:13.
Cuando la inseguridad te haga creer que nadie te ama, recuérdale que Cristo te amó hasta la muerte y que Dios te ama con un amor eterno que no cambia. Romanos 5:8, Jeremías 31:3, Malaquías 3:6.
Si la inseguridad llegara a hacerte creer que todo está perdido y que no hay esperanzas, repítele bien alto: “Yo creo en Dios, la fuente de toda esperanza (Romanos 15:13) y en esa esperanza mantengo mis ojos” (1 Pedro 1:21).
La vida que Dios diseñó para nosotras es plena, abundante. No tiene que ser una vida plagada de inseguridades sino una vida afirmada en la verdad de Dios. Decide hoy comenzar a orar de esta manera, con su Palabra y hablando directamente a esas mentiras que te han tenido presa de la inseguridad. ¡Vamos a hacerlo juntas!
Wendy
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© 2015 Wendy Bello
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