“En todo tiempo ama el amigo, y el hermano nace para tiempo de angustia.” Proverbios 17:17 La intención de Dios con la Amistad es el amor. La amistad debe tratarse menos de lo que obtenemos de ella y más sobre cómo podemos servir a Dios a través de ella. 1 Corintios 13:13 nos recuerda que de la “fe, la esperanza y el amor… la más grande de ellas es el amor” Jesús reiteró la importancia del amor cuando le recordó a sus seguidores a amar a Dios primero con todo su corazón y toda su alma (Mateo 22:37) y luego amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos (Mateo 22:39). Estas diez amistades pusieron a Dios primero y creo que cuando nos moldeemos con estos ejemplos, experimentaremos la amistad de la forma en que Dios quería que lo hiciéramos.
1. Jonatán y David
La amistad de Jonatán y David es un ejemplo resplandeciente del amor sacrificial y leal. Los eventos de 1 Samuel 20 comienzan con David corriendo hacia Jonatán para descubrir porque su padre trataba de asesinarlo. Para honrar a su padre, Jonatán juró poner a prueba las intenciones de Saúl, confirmando las sospechas de David. No lograron convertirse en mejores amigos sino hasta la revelación de las verdaderas intenciones de Saúl. Al final de 1 Samuel 20 se muestra la escena de la despedida de estos dos amigos en la cual ellos “Lloraron el uno con el otro - pero David lloró más”.
Jonatán valientemente siguió la voluntad de Dios, pero volvió a servir al lado de su padre, diciéndole a David “Vete en paz, ya que nos hemos jurado el uno al otro en el nombre del SEÑOR, diciendo: “El SEÑOR esté entre tú y yo, y entre mi descendencia y tu descendencia para siempre.” David se levantó y se fue, y Jonatán entró en la ciudad.” 1 Samuel 20:42
Quizás la parte más dulce de la lealtad se nos reveló luego de la muerte de Jonatán al lado de su padre, cuando un trozo del juramento que él y David hicieron se había cumplido. (1 Samuel 20:15), ya que David toma a uno de los hijos lisiados de Jonatán como si fuera suyo (2 Samuel 9).
2. Elías y Eliseo
Eliseo tuvo el privilegio de entrenar y servir junto al gran profeta Elías. Cuando llegó el momento de que Elías siguiera hacia el siguiente pueblo, instruyó a su criado a quedarse atrás. “Vive el SEÑOR y vive tu alma, que no me apartaré de ti. Y descendieron a Betel.” respondió Eliseo (2 Reyes 2:2) Sabía lo que estaba por ocurrir, pero, aunque Elías le pidió dos veces más que se quedará atrás, él lo siguió (2 Reyes 2:3).
Si Eliseo se hubiera quedado, nunca habría presenciado los milagros que estaban por ocurrir. Elías tomó su capa, golpeó el río Jordán y este se dividió en dos para atravesarlo. (2 Reyes 2:7-8) Mientras conversaban como dos amigos, carruajes de fuego los separaron y Elías fue llevado en un torbellino a estar con Dios (2 Reyes 2:9-12).
La Amistad está llena de momentos duros que nos hacen preguntarnos si la otra persona es merecedora de nuestra lealtad. Si seguimos los lineamientos de Dios, experimentaremos el milagro el amor sin egoísmo en esta tierra y lo que Él puede hacer a través de este.
3. Pablo y Timoteo
Pablo era el mentor de Timoteo. La definición de un mentor es un “consejero sabio y confiable o maestro, un partidario o patrocinador influyente” Su amistad triunfó debido al respeto mutuo que se tenían el uno al otro. Confiados en Cristo, ambos estaban determinados a llevar el evangelio. “Por lo cual te recuerdo que avives el fuego del don de Dios que hay en ti por la imposición de mis manos. Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio” 2 Timoteo 1:6-7
Jesús puede unir a dos amigos aún más fuerte que a dos moléculas de agua. Pablo se refería a Timoteo como un hijo (1 Corintios 4:17). Dios nos pide mirar a la sabiduría santa, y luego dar la Vuelta y esparcirla. Dios lleva la verdad de su evangelio de la forma en que vivimos nuestras vidas individualmente, y también como operamos en el reino de nuestras amistades.
4. Rut y Noemí
El mundo a nuestro alrededor puede ser desafiante a veces y en los momentos más desesperantes de nuestras vidas, somos tentados a mirar lo que dicen otras personas acerca de nosotros aparte de Dios. Noemí estaba pasando por un momento duro como este. Primero murió su esposo. Luego dentro de diez años, sus dos hijos murieron también (Rut 1.3-5). Desesperada, dejó su tierra y se dirigió a Judá, “porque ella había oído en la tierra de Moab que el SEÑOR había visitado a su pueblo dándole alimento” (Rut 1:6-7). Envió a sus nueras a casa de sus madres (Rut 1.8-9) pero “Rut se aferró a ella” (Rut 1:14).
“Aferrarse” en hebreo significa “Aferrarse, quedarse, mantenerse cerca, seguir de cerca, unirse a, tomar, atrapar” pero lo que define el atributo fiel que Dios asigna a la Amistad es este: permanecer juntos. Rut se quedó con Noemí. Su amistad ilustra la lealtad de Dios a aquellos que sirven los unos a los otros cuando son colocados juntos como una extensión de Su amor en la tierra.
5. Marcos y Pablo
Lo que la amistad de Marcos y Pablo nos enseña es a nunca alejar a alguien que puede ser un amigo. Marcos había demostrado a Pablo que era de poco fiar. En Hechos 15, Pablo y Bernabé, quienes habían sido muy buenos amigos hasta ahora, se separan por su desacuerdo acerca del carácter de Marcos. Pablo estaba listo para dejarlo ir, pero Bernabé vio algo de potencial en él. (Hechos 15:39-40)
Ambos Pablo y Bernabé probaron tener razón acerca de Marcos. Pablo tenía razón, en que Marcos no era una razón para separarlos. Bernabé vio un potencial que eventualmente se desarrollaría, y con el tiempo Marcos se había unido al grupo de cristianos. “Sólo Lucas está conmigo. Toma a Marcos y tráelo contigo, porque me es útil para el ministerio” (2 Timoteo 4:11). Marcos eventualmente escribió uno de las cuatro cuentas del evangelio.
Cristo nunca nos aleja. A pesar de que algunas amistades son rápidas, aún pueden tener un significado en nuestras vidas y podrían volver.
6. Juan y Jesús
Juan fue el proclamado favorito de los doce. “Uno de sus discípulos, el que Jesús amaba, estaba a la mesa reclinado en el pecho de Jesús.” escribe Juan de sí mismo en Juan 13:23 como parte del relato de la Última Cena. ¡Estaba tan cómodo con Jesús! Ojalá todos pudiéramos entender que debemos lograr ese tipo de amistad en nuestras vidas.
El no solo hablaba de ser el favorito, ya que, al pie de la cruz, Juan fue el único de los 12 que permaneció allí. “el discípulo a quien Él amaba que estaba allí cerca” escribe, “Mujer ahí está tu hijo” le dijo Jesús a su madre y al discípulo “He ahí tu madre”. Juan estaba ahí cuando nadie más lo hizo. El proclamado favorito en la escena (Juan 19:26-27).
La Amistad sobrepasa la conveniencia al llamado. La lealtad y la confianza son factores importantes en la amistad. Mientras más confiables seamos, más se nos confiará.
7. Moisés y Aarón
Dios le habló a Moisés a través de la zarza ardiente en Éxodo 3 y le proporcionó tres Milagros para que Moisés superará su miedo de hablar frente al Faraón (Éxodo 4:2-9). Aun así, rogó al Señor para que alguien más lo hiciera (Éxodo 4:13) “¿No está allí tu hermano Aarón, el levita? Yo sé que él habla bien. Además, he aquí, él sale a recibirte; al verte, se alegrará en su corazón. Y tú le hablarás, y pondrás las palabras en su boca; y yo estaré con tu boca y con su boca y os enseñaré lo que habéis de hacer…” (Éxodo 4:14-16).
Dios nos da amigos para ayudarnos a lograr lo que tememos lograr por nuestra cuenta. Dos amigos operando por la fe a su Padre, aunque lejos de la perfección, pero imparables. El Señor los equipó a ambos, permitiendo que Aaron logrará milagros (Éxodo 7). Más de lo que podrían haber pedido o imaginado que posiblemente ocurriría, ya que se confrontaron al faraón y eventualmente guiaron a su gente fuera de Egipto.
8. Abram y Lot
El conflicto entre los familiares puede confundir nuestra percepción de la intención de Dios para esas relaciones. Abram y Lot acumularon mucho y sus criados peleaban sobre que ganado iban a pasear y en qué tierra (Génesis 13:5-7). “Y Abram dijo a Lot: Te ruego que no haya contienda entre nosotros, ni entre mis pastores y tus pastores, porque somos hermanos” (Génesis 13:8). Según la sugerencia de Abraham ellos separaron sus caminos y Lot eligió plantarse en la llanura del Jordán cerca de Sodoma (Génesis 13:10-12).
Cuando ocurrió la infame caída de Sodoma y Gomorra, “Entonces tomaron todos los bienes de Sodoma y Gomorra y todas sus provisiones, y se fueron. Y tomaron también a Lot, sobrino de Abram, con todas sus posesiones, pues él habitaba en Sodoma, y partieron” (Génesis 14:11-12). La reacción sentida y leal de Abram fue tomar acción para rescatar a su sobrino (Génesis 14:14-16). Abram puso su vida en la línea por Lot, para restaurar la libertad de su amigo. Ahora, eso suena muy familiar ¿o no - un amor servicial, no egoísta y sacrificial?
9. Pablo, Filemón y Onésimo
Onésimo era un esclavo de Filemón, el cual robó y posteriormente huyó. Las notas de la sección NVI de mi biblia dicen que este crimen era condenado con la muerte. Pero, en su huida, Onésimo conoció a Pablo y se convirtió en cristiano. Los dos se hicieron tan buenos amigos que Pablo se refiere a Onésimo como “su propio corazón” (Filemón 1:12). Un amigo de Filemón, Pablo, le escribe a un amigo en representación de otro amigo, para restaurar lo que yacía roto. “Y si te ha perjudicado en alguna forma, o te debe algo, cárgalo a mi cuenta.” (Filemón 1:18). Pablo dejó ir a Onésimo, enviándolo de regreso a Filemón. Muy a menudo, nos aferramos a amistades temporales y ahogamos lo que es la intención de Dios liberar.
Oremos porque el Espíritu Santo nos empuje cuando tengamos la oportunidad de enmendar un puente roto como este. En vez de mirar egoístamente lo que nuestros amigos pueden hacer por nosotros, miremos el propósito de Dios al colocarlos en nuestra cercanía. Escuchemos el efecto que Pablo tuvo en la vida de este hombre: “Porque quizá por esto se apartó de ti por algún tiempo, para que lo volvieras a recibir para siempre, no ya como esclavo, sino como más que un esclavo, como un hermano amado, especialmente para mí, pero cuánto más para ti, tanto en la carne como en el Señor (Filemón 1:15-16).
10. Jesús y tú
“Nadie tiene un amor mayor que éste: que uno dé su vida por sus amigos.” Juan 15:13
No hay Amistad más grande que esa entre Jesús y tú. Antes de que tu llanto irrumpiera en el aire terrenal, Él te conocía—como lucias, el maquillaje único de tu personalidad y las cosas maravillosas que tienes y experimentarás y lograrás. Jesús conocía cada pecado que hubieras redimido en la base de esa cruz antes de que el los aboliera todos. La compasión que Él tiene por ti en las luchas silenciosas y fortalezas que enfrentas en esta vida es impenetrable.
“Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando.” Juan 15:14
Jesús vino a salvarte a ti, su amigo. Él te ama lo suficiente como para haber pasado por el dolor acuciante de ser humano en la tierra y morir de una forma horrible. Nos quedamos estancados en estipulaciones y expectativas porque nuestra realidad no es la mejor. Jesús es “el camino, la verdad y la vida” (Juan 14:6). Creer en él nos salva (Juan 3:16).
“Vosotros no me escogisteis a mí, sino que yo os escogí a vosotros” Juan 15:16