10 escrituras que cada matrimonio debería memorizar

La intención de Dios es que las parejas sientan la conexión del uno con el otro en el matrimonio - como que se completan el uno al otro. El matrimonio se trata de una vida nueva juntos.

“El amor es paciente, es bondadoso; el amor no tiene envidia; el amor no es jactancioso, no es arrogante; no se porta indecorosamente; no busca lo suyo, no se irrita, no toma en cuenta el mal recibido; no se regocija de la injusticia, sino que se alegra con la verdad; todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser; pero si hay dones de profecía, se acabarán; si hay lenguas, cesarán; si hay conocimiento, se acabará.” (1 Corintios 13:4-8)

El capítulo del gran amor de la biblia aplica a todas las relaciones, pero en especial al matrimonio. El egoísmo, la poca amabilidad, la arrogancia y el rencor no caben en el matrimonio.

Preparando el escenario para los famosos versos de la “esposa sumisa” y el “esposo amoroso”, Pablo recuerda a las parejas que la sumisión aplica para todos hacia todos. Esposos y esposas no deberían buscar controlar a los otros sino sumirse al otro.

Pablo explica las necesidades más grandes que las mujeres y los hombres sienten: la mayoría de las mujeres buscan sentirse amadas a través de la expresión de sentimientos, y la mayoría de los hombres buscan sentirse amados a través de la expresión del respeto. Lee el libro de Eggerich Emerson “Amor y Respeto” para obtener una visión más clara del tema.

“Soportándoos unos a otros y perdonándoos unos a otros, si alguno tiene queja contra otro; como Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. Y sobre todas estas cosas, vestíos de amor, que es el vínculo de la unidad. Y que la paz de Cristo reine en vuestros corazones, a la cual en verdad fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos.” (Colosenses 3:13-15)

Cuando tu esposo te hiera u ofenda, debes hablar con él honestamente (con amor y respeto) acerca del problema, en vez de permanecer en silencio esperando que tu esposo entienda lo que ocurrió. El perdón es una forma consciente e intencional del acto de amar. En este libro “Matrimonio Sagrado” Gary Thomas escribe “Las personas no se desenamoran tanto como se salen del arrepentimiento”

“Haced todas las cosas sin murmuraciones ni discusiones, para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin tacha en medio de una generación torcida y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo” (Filipenses 2:14-15)

Aspirar a liberar tu relación de críticas y quejas proveerá un ambiente honesto, amable y seguro en el hogar. Tu matrimonio también se hará más fuerte mientras dejes de quejarte o hablar mal de tu esposo con tus amigos.

“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo digno, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo honorable, si hay alguna virtud o algo que merece elogio, en esto meditad.” (Filipenses 4:8)

Mantener la vida de tus pensamientos pura y honorable aumentará tu confianza y aguardará tu mente de pensamientos con patrones adictivos. Recuerda, lo que sea que navegue en tu mente eventualmente se reflejará en tus actitudes y acciones. Las fantasías pecaminosas destruyen matrimonios.

No serán capaz de orar el uno por el otro si aguardan rabia o resentimiento. Creen una cultura de transparencia y compartan sus fallas, sus pecados y sus luchas con el otro. Luego oren por el otro y con el otro.

“Más valen dos que uno solo, pues tienen mejor remuneración por su trabajo. Porque si uno de ellos cae, el otro levantará a su compañero; pero ¡ay del que cae cuando no hay otro que lo levante!” (Eclesiastés 4:9-10)

El matrimonio es una asociación, no una competencia. Encuentren formas de trabajar juntos como equipo, especialmente durante momentos duros de pruebas. Fueron diseñados para completarse el uno al otro y motivarse a través de la santidad.

“En esto conocemos el amor: en que Él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos. Pero el que tiene bienes de este mundo, y ve a su hermano en necesidad y cierra su corazón contra él, ¿cómo puede morar el amor de Dios en él? Hijos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.”  (1 Juan 3:16-18)

Resulta sencillo olvidar que Jesús murió por su esposa, y que él la ama y la quiere tanto como te ama a ti. Dios espera que tu ames a tu esposo de la misma forma que él te ama - lo suficiente como para sacrificar todo por ti. Y decir que morirías por tu esposo no es suficiente. El amor significa vivir tu promesa a través de actos de gracia y piedad.