¿Cuál Tipo Eres Tú?
“¿Qué tipo de hombre eres?” Es una pregunta que probablemente ha pasado por la mente de cualquier hombre existente. Es difícil responder: ¿Hay solo un tipo de hombre? ¿Hay tantos “tipos” de hombres? Referente al carácter, me gustaría sugerir que solo hay cuatro. Hace unos pocos años, investigué y desarrollé un diagnóstico mediante el cual los hombres podían medir sus palabras y acciones, y por lo tanto su integridad. Una vez finalizado, el diagnóstico (incluido en mi nuevo libro Palabras y Acciones: Convirtiéndome en un Hombre de Integridad Valiente) ubica a los hombres en una de cuatro categorías basándose en cómo usan sus palabras y acciones para influenciar a otros. Lo siguiente es una breve sinopsis de cada tipo.
El Centinela (Pocas palabras, pocas acciones)
El tipo de hombre que llamo “El Centinela” lo llamo de esa forma porque en el verdadero sentido de la palabra, un centinela permanece en guardia, inmóvil, sin palabras, tranquilamente protegiendo su postura. No hay palabras ni acciones, excepto para resguardar la posición que le ha sido asignada. Muchos hombres en nuestra sociedad actúan como Centinelas, hombres quienes tranquilamente protegen algo –algo de valor, quizás solo para ellos. Podría ser su paz mental. No hablan de más ni motivan, y no son proactivos ni tienen muchos logros importantes. Los Centinelas sienten satisfacción con la mentalidad de que la vida es más sencilla si la dejas fluir. Todos conocemos hombres que encajan con el Centinela. Estos son los chicos que no causan ninguna ola. Los vemos en la iglesia o en el trabajo y son cordiales, pero nunca tenemos la sensación de que se interesan verdaderamente en nosotros o en la interacción actual. Es casi como que si no pudieran esperar para salir del lugar e ir a casa a donde se sienten más cómodos. Hay tantos hombres buenos que son Centinelas. Tienen trabajos estables, viven vidas tranquilas y permanecen comprometidos con sus familias. Sin embargo, algo falta en un Centinela –él no vive su vida con propósito.
El Vendedor (Muchas palabras, pocas acciones)
El tipo de hombre que llamo “el Vendedor” es un hombre que hace buen uso de sus palabras, pero no tiene una cantidad proporcional de buenas acciones. Este tipo de hombre es llamado Vendedor no porque trabajar en ventas signifique aumentar la cantidad de palabras y descuidar las acciones; de hecho, una cualidad importante de un buen vendedor es la habilidad de escuchar a sus clientes y responder de forma adecuada a sus necesidades y deseos. Sin embargo, los vendedores son conocidos definitivamente por ser conversadores. Para el Vendedor en este estudio, el problema no es la cantidad de palabras, es su falta de acción que crea frustración en otros. Un Vendedor podría ser el hombre que en conversaciones acuerda ayudarte en proyectos, pero luego no aparece; el hombre que dice repetidamente que deberían estar juntos pero que nunca responde tus mensajes, o el hombre que continuamente amenaza con prestar más atención a la administración, pero nunca la sigue de verdad. Todos han conocido hombres así. Este es el clásico Vendedor.
El Explorador (Pocas palabras, muchas acciones)
El tipo de hombre que llamo “el Explorador” tiene una vida más enfocada en los logros que en las palabras. Un explorador es un soldado o un espía enviado hacia las fuerzas principales a recopilar información acerca de la posición, fortaleza o movimientos del enemigo. Un atributo esencial de un explorador es que es cauteloso y no atrae mucha atención. Los Exploradores llevan a cabo acciones y reportan, y cuando realizan una misión, se espera que estén tranquilos. Las personas a menudo se sorprenden por los Exploradores, porque hay más en ellos de lo que se ve en su exterior. Los exploradores son los hombres cuyas acciones superan sus palabras. A menudo son referidos como el “tipo silencioso”, pero no es la mera introversión lo que define a un Explorador; el Explorador puede estar cómodamente en escenarios sociales y sentirse energizado alrededor de personas. Lo que lo aparta es que él es un hombre de acción, de logros y a menudo de buenas habilidades. Los Exploradores no lucen sus acciones, a menudo dejan que ellas hablen por ellos mismos. La desventaja para los Exploradores es que no dejan que sus palabras construyan puentes hacia otras vidas. El Vendedor podría ser llamado un hombre de muchas palabras y poca acción, de forma contraria, el Explorador podría tener grandes acciones, pero perderse oportunidades de amar y empoderar a otros con sus palabras.
Jefe de Estado (Muchas palabras, muchas acciones)
El tipo de hombre que llamo el “Jefe de Estado” tiene la plenitud de sus palabras y acciones alineadas, haciéndolo un hombre de integridad e influencia. En el sentido más estricto de la palabra, un jefe de estado es un enviado o embajador, alguien que negocia tratos en representación de las naciones. Los Jefes de Estado son los líderes de los líderes. En este estudio, el Jefe de Estado es un hombre que usa sus palabras para magnificar la eficiencia de sus acciones. A veces conocemos a un Jefe de Estado en el trabajo, en la iglesia o en el campo de juego. Ellos son los hombres que tienen buena actitud, bien sea que experimenten la victoria o la derrota motivan a otros a dar lo mejor de sí. Es estimulante hablar con un Jefe de Estado porque hacen buenas preguntas y están más interesados en escuchar a otros hablar que en escucharse a ellos mismos. El interés de un Jefe de Estado por los otros está contrastado con su desinterés en ganar u obtener algún tipo de ventaja de ellos. Otros pueden sentir su sinceridad y saber que está poco orientado a medir la nueva relación con la ventaja que pueda obtener –que el Jefe de Estado sólo quiere ser un amigo, sin compromisos. Esta sinceridad es lo que resulta tan estimulante de interactuar con este tipo de hombre. Los Jefes de Estado están principalmente enfocados en otras personas, construyen sus vidas con base en la roca del servicio desinteresado. Sus identidades están completamente formadas, saben quiénes son y aceptan su posición como pecadores que reciben gracia.
“El cambio es posible y el primer paso es la decisión”
A menudo nuestra sociedad parece estar inundada de titulares acerca de hombres con defectos en su carácter: hombres que han fallado con sus palabras, acciones o ambas. Parece haber una necesidad clara y presente, casi desesperada por hombres íntegros –por Jefes de Estado. Tu esposa, hijos, amigos y vecinos se beneficiarán cuando te conviertas en un hombre de palabras y acciones equilibradas. Hace falta una mirada honesta en el espejo y consciencia de Dios para convertirse en un hombre que ha evolucionado en esta área. Pero el cambio es posible, y el primer paso es una decisión.
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Charles Causey es un ganador de la Estrella de Bronce por su servicio militar en Irak. Él es el autor de varios libros, incluyendo: Palabras y Acciones: Convirtiéndome en un Hombre de Integridad Valiente e Irrompible: Forjando un Matrimonio de Contento y Deleite (con Tony Miltenberger). Sirviendo anteriormente en el Pentágono como un capellán superior del ejército para el jefe de capellanes, el actualmente se quedó en Fort Dix, New Jersey, como capellán de la guarnición.