Muchos de nosotros hemos sido esa persona solitaria en la iglesia en algún punto. Quizás, te has sentado en el estacionamiento de la iglesia intentando reunir valor para salir del coche. O caminado de forma nerviosa, sin saber a dónde ir y divagando en los pasillos hasta encontrar el santuario. O quizás regresando con prisa a la familiaridad de tu coche tan pronto termine el servicio. Si este has sido tú, entonces entiendes lo que muchos en el mundo experimentan cada fin de semana. En todas las iglesias alrededor del mundo, muchas personas van por primera vez. Debemos estar conscientes de esas personas, recibirlos con ansias y ayudarlos a sentirse tan cómodos como sea posible. A decir verdad, si alguien se encuentra en una iglesia y se siente solo por largo rato, lo más probable es que no regresen, Las personas necesitan sentirse conectadas y que forman parte de una comunidad. Puedes ser un facilitador y ayudarlos a eso, de hecho, deberías. Acá hay algunas formas de ayudar a cualquier visitante solitario que te encuentres.